El cardenal Francisco Javier Errázuriz evitó referirse en profundidad al caso del sacerdote Jorge Galaz, encontrado culpable por la violación reiterada de dos menores del hogar Pequeño Cottolengo de Rancagua, el que dirigía.
El arzobispo de Santiago reafirmó que la Iglesia Católica siente dolor por la situación, "ya sea se trata de una verdad, ya sea que pareciera que es verdad, verosímil".
"Pero lo que quisiéramos como cristianos, naturalmente, es seguir una conducta conforme al ejemplo de Jesucristo. Cuando tenemos la impresión de que esos principios se vulneran, el dolor es muy profundo", señaló.
Errázuriz agregó que, por acuerdo de los obispos chilenos, el caso de Galaz será comentado sólo por la autoridad episcopal de Rancagua, monseñor Alejandro Goic.
El cardenal realizó estas declaraciones tras participar en una eucaristía en la Catedral Metropolitana, con motivo de la fiesta del Apóstol Santiago.
En tanto, el padre Roberto Simionato, superior viceprovincial de la Obra don Orione, responsable del hogar que dirigía Galaz, afirmó que "aceptamos, con gran dolor pero también con serenidad, la realidad que nos toca vivir como congregación".
"Desde el punto de vista jurídico, la Obra Don Orione no tiene comentarios respecto de la sentencia dictada por el tribunal: no nos corresponde juzgar las determinaciones de la Justicia (...) lamentablemente no es el fallo que esperábamos", reseñó una nota.
Galaz fue hallado culpable de tres delitos de violación contra dos menores del hogar de Rancagua, y el tribunal oral que lo juzgó fijó para el próximo 11 de agosto la lectura de la sentencia, que podría llegar hasta 20 años de cárcel. (Cooperativa.cl)