La empresa de valores Brinks se querelló en contra de los 20 imputados por participar en el asalto ocurrido el 16 de agosto, en el que un grupo de entre 20 a 25 individuos sustrajeron un millonario botín desde las dependencias de la firma en Rancagua, Región de O'Higgins.
La acción judicial fue presentada por la abogada representante de la firma, Daniela Bustos, e incluye a dos extrabajadores que supuestamente participaron en el delito: el entonces guardia de iniciales O.A.O.O. y la otrora cajera de iniciales X.P.F.N., quienes actualmente se encuentran en prisión preventiva al igual que los otros involucrados.
A los acusados se les atribuyen numerosos delitos como robo con violencia o intimidación, apropiación de inmueble ajeno, violencia o intimidación y asociación ilícita criminal.
En tanto, a los antes funcionarios, además de dichos ilícitos, también se les imputa la revelación de secretos comerciales.
Asimismo, la empresa precisó en el documento el valor del monto robado: $11.465.818.468 pesos.
DELITO PERPETRADO EN TRES PARTES
En el texto de la querella presentada se relatan con detalle los hechos que dieron lugar a este cinematográfico robo, el cual fue perpetrado en tres partes.
La primera comenzó a eso de las 12:30 horas, cuando X.P.F.N., quien se desempeñaba como "operadora de cash" de Brinks, salió a fumar al exterior de las oficinas en compañía de otras dos operadoras y la supervisora de operaciones.
Fue en ese momento cuando "descendieron de manera violenta siete individuos a rostro cubierto, uno de ellos premunido de un fusil AK-47, quien intimidó a las trabajadoras que se encontraban en el frontis del lugar", consigna la querella.
"Una vez en el compartimento, el señor guardia O.A.O.O (...) procedió a la apertura de cuatro puertas a través de la botonera que se encontraba en su puesto de trabajo, permitiendo que cuatro sujetos llegasen a la 'sala de proceso', quienes, digitando la clave de acceso, lograron ingresar y proceder al llenado de carros con cajas que contenían remesas de dinero", sostiene la empresa.
El segundo acto consistió en la llegada de otro grupo, que escaló el muro para pasar el dinero: "Mientras se desarrollaban los hechos descritos anteriormente, otro grupo de ocho sujetos, (...) movilizados en tres automóviles (...), mediante la utilización de escalas procedieron a cortar los cercos eléctricos de seguridad ubicados en el muro perimetral de la empresa, ingresando a la sucursal de Brinks", reza el texto.
"A raíz de lo anterior se dio inicio a una persecución policial, desde Avenida Río Loco hacia Camino La Estrella, en el sector de San Ramón, movilizados los imputados a bordo de los vehículos Hyundai de color blanco y Ford de color gris, realizando además un cambio de vehículo desde el Chevrolet Silverado color negro a un furgón Hyundai H1, color gris, comenzando un intercambio de disparos con personal policial", sigue el relato.
Por último, el tercer momento, según la querella, consistió en la "cobertura" de un tercer grupo: "Mientras los otros individuos ejecutaban las funciones encomendadas en el marco del plan criminal, un tercer grupo de sujetos (...) fue el encargado de dar cobertura a los ejecutores, efectuando disparos y maniobras distractivas", cerró el documento.
