El comprador, había pagado 28 millones de pesos a un conocido que, supuestamente, trabajaba en una casa remates.
Un hombre de 62 años de edad se acercó hasta la Brigada de Investigación Criminal San Vicente, para averiguar si dos camionetas que había comprado durante el último año mantenían su documentación en regla, ya que un sujeto se había presentado en la casa de uno de sus familiares, indicando que los vehículos eran de su propiedad.
Una vez que el personal revisó los antecedentes de las camionetas, pudieron comprobar que estas no se encontraban a nombre de la persona que las había comprado ni del sujeto que se las había vendido, sino que estaban registradas a nombre de una empresa de arriendo de automóviles, en la Región Metropolitana.
Según informó la Policía de Investigaciones, la empresa propietaria había arrendado hace más de un año los vehículos a otra empresa, la cual nunca efectuó los pagos por el arriendo y ya no se encontraba ubicada en la dirección indicada en el contrato de arriendo, cuando los propietarios quisieron recuperar las camionetas.
El comprador, había pagado 28 millones de pesos a un conocido que, supuestamente, trabajaba en una casa remates, quien se había comprometido a hacer la transferencia de los vehículos en el Registro Civil, trámite que a la fecha no había realizado.
Tras enterarse que todo se trataba de una estafa, la víctima entregó a la PDI de San Vicente los vehículos, cuyo avalúo comercial supera los 40 millones, lo que fue informado al fiscal de turno, quien instruyó la devolución de las camionetas a la empresa propietaria.
