El alcalde de Iquique, el independiente Mauricio Soria, tachó el desalojo a centenares de migrantes irregulares que acampaban en la céntrica Plaza Brasil de la ciudad nortina, en medio de la resistencia de muchos que no tienen adónde alojarse ni medios para subsistir, de "cortina de humo" del Gobierno para desviar la atención del fracaso de la política migratoria.
"Le hemos planteado al Gobierno que es un sinsentido desalojar para que las personas se queden en la calle, porque van a ocupar otra plaza. Hay varias plazas en la ciudad que están en la misma situación, no con esa cantidad. (...) Hay que entender que entran más de 250 personas diarias a Iquique", comentó la autoridad comunal en entrevista telefónica con Lo Que Queda del Día.
"La decisión la tomó el Gobierno, pero la decisión debe ser completa. Esta es una solución parche que mitiga lo de la Plaza Brasil, pero no resuelve el problema. El problema continúa igual y sigue escalando. Esto minimiza en nada (la crisis); al revés, el tránsito en la frontera sigue escalando", añadió.
En este contexto, Soria pidió no perder el foco del problema: "Hoy día están pasando cientos de personas, el descontrol en la frontera sigue. Espero que esto no sea un espejismo".
El alcalde reiteró al Gobierno "generar un albergue para poder controlar a todas las personas que ingresan de forma irregular a nuestro país, que se les pueda hacer un test sanitario, revisar quiénes son y empezar ahí todo un trabajo profesional a ver si tienen Reunificación Familiar o ver sus antecedentes migratorios", agregó.
La Plaza Brasil de Iquique, que fue declarada en riesgo sanitario, es ocupada desde hace meses por sucesivas familias, muchas con niños y bebés, que están a la espera de poder trasladarse a Santiago en busca de trabajo y vivienda.
Al menos 14 personas detenidas -todas extranjeras- y cinco policías heridos ha dejado la acción Carabineros inició esta mañana, producto de lo cual se registraron enfrentamientos entre los desalojados y los uniformados. Luego hubo nuevos disturbios, cuando iquiqueños llegaron hasta las inmediaciones para manifestarse contra los migrantes.
Aún no hay claridad sobre el futuro de las cerca de 150 familias de ciudadanos extranjeros que estaban apostados en el campamento.