El Centro de Investigación y Desarrollo en Recursos Hídricos (Ciderh) de la Universidad Arturo Prat de Iquique, descartó la presencia de agentes contaminantes en el Río Tarapacá.
Lo anterior, a raíz de un turbio color amarillo del que se tornó el caudal ubicado en la provincia del Tamarugal, al interior de la Región de Tarapacá, durante la semana pasada, y que fue captado el 22 de enero por el director del Ciderh, Jorge Olave.
"Me di cuenta porque nosotros, como universidad, tenemos un proyecto en la localidad de Pachica y Huaviña y justo me encontraba ahí. Ese día comenzó a bajar agua de una tonalidad amarilla, por lo que de inmediato tomé muestras", manifestó.
Analizadas las muestras, los resultados arrojaron que no hubo incremento de PH, salinidad, ni boro, ni tampoco la participación de terceros, debido a que las aguas del río son de exclusivo uso agrícola. Según Olave, la tonalidad amarilla se debe a sedimentos removidos por las lluvias del invierno altiplánico.
Toma de muestras en el sector de Pachica y Huaviña. (Municipalidad de Huara)
"A raíz de las lluvias en el altiplano ha caído mucha agua durante el mes de enero y, por supuesto, esa agua empieza a bajar ocupando los cauces que alimentan al Río Tarapacá. Probablemente en uno de esos cauces había un sedimento de tipo amarillo que el agua arrastró, y eso es lo que debemos analizar, qué tipo de sedimento es", añadió el profesional.
Respecto del origen del sedimento, Olavé indicó que lo más probable es que se deba a composiciones geológicas que hay en los suelos del altiplano y la precordillera.
Ahora se deberá analizar el tipo de sedimento para descartar peligrosidad en los cultivos que fueron regados por estas aguas.