Un comerciante junto a su hijo fueron formalizados por la Fiscalía de Tarapacá como autores de los delitos de asociación ilícita, contrabando y lavado de dinero, quedando ambos con las medidas cautelares de arraigo nacional y firma mensual.
Ambos son investigados por su vinculación con una banda dedicada al contrabando de cigarrillos que fue detenida a fines del año pasado.
Juan Cortés-Monroy, dueño de dos casas de cambio, es investigado por su vinculación con el grupo denominado "Chamanes del Desierto", de igual forma su hijo, Eduardo Cortés-Monroy.
En la audiencia, el fiscal a cargo del caso, Carlos González, explicó que Juan Cortés-Monroy cumplía un rol de relevancia dentro de la organización ilícita, actuando como cambista, fraccionador, caja pagadora y encargado de custodiar los dineros de la banda, a través de las casas de cambio de su propiedad de nombres Cash y Lucas, ubicadas en la Zona Franca de Iquique.
Además, según el relato de la Fiscalía, Juan Cortés-Monroy ocultaba grandes cantidades de dinero de la organización en las casas de cambio, llegando a almacenar, entre enero de 2017 y diciembre de 2018, más de 1.400 millones de pesos.