En medio del debate por la seguridad ante el aumento de hechos delictivos, que derivó en una paralización general en la región nortina este lunes, el fiscal de Tarapacá, Raúl Arancibia, que finaliza su sexto año de gestión, enfatizó, en entrevista con El Diario de Cooperativa, que la permeabilidad de la frontera y la existencia de una migración totalmente descontrolada han modificado inevitablemente la criminalidad que se conocía en la zona.
"Tenemos que entender, tenemos que asumir, que enfrentamos una situación muy compleja, un grave problema, y no tratar de minimizar o bajarle el perfil a ciertas situaciones. Esta zona requiere una atención especial precisamente porque en ella confluyen todos los factores propicios para el crimen organizado: la frontera vulnerable total y absolutamente, el contacto con los países vecinos, la droga, el contrabando, el comercio marítimo, el tráfico de armas. Obviamente, las organizaciones criminales ven esta zona como atractiva para sus actividades", dijo el persecutor.
En su última cuenta pública, el 28 de enero, el persecutor indicó que en 2021 aumentaron los delitos violentos en la región, como los homicidios (183%), el tráfico de drogas (42%), tráfico de migrantes (501%), porte de arma cortante (124%) y los robos con violencia e intimidación (18%).
"Fundamentalmente, el sicariato es un delito importado desde el punto de vista de su aumento, y otros delitos como los dominios territoriales (también lo son). Hay gente que se ha ido apropiando de ciertos barrios que son muy vulnerables, muy marginales, y van tomando control de todo lo que ocurre al interior: cobran por protección, por poder ejercer un mínimo oficio en la vía pública, por entrar, por salir, por vender, por lo que sea. Ese nivel de dominio territorial no lo conocíamos", expuso hoy Arancibia.
En ese sentido, el fiscal dijo que es urgente "una intervención más fuerte de parte del Estado" en Tarapacá: "Necesitamos refuerzos, no sólo en dotación que permita controlar de mejor la situación, donde ingresa quien quiere y nadie sabe quién es, porque no hay control ni registro alguno de las personas que cruzan la frontera (...), sino también un mejor trabajo policial, en el sentido de que debemos profundizar más en el análisis y en la inteligencia policial, porque acá se viven fenómenos que no se dan otras partes del país", abogó.
Coincidió con Arancibia el presidente (s) de la Asociación Nacional de Fiscales, Paolo Muñoz: "Es el momento para debatir acerca de la dotación de fiscales y de funcionarios en el Ministerio Público, porque creemos que esta es insuficiente".
"Hacemos un llamado a las autoridades correspondientes para que se contemple un aumento de dotación en las zonas de Alto Hospicio e Iquique, pero en general en todo el país, porque es la única forma de hacer frente a esta nueva criminalidad, y a un eventual aumento de estos delitos más graves", enfatizó.