A la pena efectiva de seis años de presidio fue condenado Julio Vega Efi, quien fue detenido durante el 2018 ingresando droga al centro penitenciario de Alto Hospicio donde se desempeñaba como sargento segundo de Gendarmería.
En juicio oral, el fiscal Héctor López dio por acreditado que el imputado -de forma periódica y a cambio de dinero- ingresaba droga y elementos prohibidos a los internos de varios módulos del recinto, hecho comprobado tras una investigación iniciada por una denuncia que realizó el mismo personal donde Vega cumplía labores.
De igual forma fueron condenadas por tráfico de drogas Karina Villanueva Salazar, cónyuge del ex funcionario, y la acusada Pascuala Ríos Vega, pareja de un interno de la cárcel.
Las vigilancias policiales pudieron determinar que durante el año pasado el gendarme tomó contacto con Ríos para que ingresara algunos objetos al recinto penitenciario, tal como lo hacían otros individuos.
Fue justamente en el momento de la detención del gendarme, a la entrada del centro penitenciario, que se le halló al interior de su vehículo una mochila con cocaína, marihuana y comprimidos de clonazepam.
El momento de la detención del ex funcionario
Además, tenía un celular, adaptadores de tarjetas, un chip y dos cables para cargar teléfonos celulares. En el domicilio del gendarme, donde vivía con su cónyuge, y en el de Ríos también se encontró cocaína y marihuana.
Finalmente, el Tribunal Oral en lo Penal (TOP) de Iquique resolvió condenar a Vega a las penas efectivas de seis años de presidio por el ilícito de tráfico ilícito de drogas y 100 días de presidio por el cohecho, siendo una agravante el hecho de cometer el delito aprovechando su calidad de gendarme.
En tanto, las acusadas Villanueva y Ríos fueron condenadas a tres años y un día de presidio por el delito de tráfico de drogas, otorgándoles el beneficio de libertad vigilada intensiva.