El Gigante de Tarapacá, ubicado en el cerro Unitas al interior de la Región de Tarapacá, vuelve a hacer noticia por recibir daños a manos de dos ciudadanos extranjeros.
Según la información otorgada por la Fiscalía Regional de Tarapacá, se trata de dos ciudadanos de nacionalidad rusa formalizados por el delito de daños durante este martes en el Juzgado de Garantía de Pozo Almonte.
La seremi de Bienes Nacionales de Tarapacá, Pilar Barrientos, señaló que "apenas se tomó conocimiento, se procedió a la confección de un pre informe de daños que de cuenta de la afectación que sufre el monumento arqueológico, el que fue remitido a la fiscalía local del Tamarugal pasado el mediodía para efectos del control de detención".
Tras la formalización de los imputados, el tribunal resolvió concederles la medida cautelar de arraigo nacional y firma mensual por lo que dure la investigación.
Barrientos señaló que desde la seremi de Bienes Nacionales se están realizando las denuncias pertienentes por el delito previsto en el articulo 38 de la Ley 17.288 sobre monumentos nacionales.
El fiscal Hardy Torres comentó que "la defensa señaló, en la audiencia de control de detención, fundamentalmente que sus representados no sabían hablar español y que manejan muy poco del inglés, lo que les había imposibilitado entender adecuadamente los carteles que se encuentran en el lugar y que están escritos en inglés".
Cuestionan manejo del área
El arquitecto Bernardo Dinamarca comentó que "este geoglifo, que es representativo de la esculturas andinas, tiene un grave problema hoy que es la condición de fragilidad en que se encuentra a quienes lo visitan, porque claramente no hay un plan de manejo del área".
"Ese plan pueda tener las atribuciones suficientes para que se origine información sobre todo y que esa información pudiera dar cuenta exactamente de cuales son las formas de visitar el monumento", dijo.
Dinamarca recalcó que "aquí lo que corresponde es que las autoridades y los encargados, fundamentalmente gente de la comuna de Huara, puedan organizar definitivamente el plan de gestión y el plan de mantención para que esto no vuelva a ocurrir".
Este nuevo caso se suma al conocido durante enero de 2019, cuando dos ciudadanos chilenos y uno belga irrumpieron con un vehículo en el patrimonio arqueológico, hecho por el cual también fueron formalizados.