El Gobierno destinó 1.500 millones de pesos en los albergues transitorios instalados en Colchane, Huara e Iquique, en la Región de Tarapacá, lo que equivale al 42 por ciento del presupuesto para migración en el 2021.
Los albergues, que buscan dar ayuda humanitaria a los ciudadanos extranjeros que ingresan al país en la zona norte del país, fueron instalado -en primer lugar- en Colchane, con una capacidad para unas 200 personas, y en Huara, para otras 100, cuya instalación fue encargada a la empresa Grupo 370 a través de una asignación directa, con un contrato de casi 1.000 millones de pesos para asegurar su operatividad por tres meses, a partir del 20 de octubre, según consignó El Mercurio.
En el contrato se exigía la instalación de amplios espacios cubiertos por carpas impermeables, donde se refugiaría a los migrantes que llegaban al país, además de personal de la PDI, Seremi de Salud, la Cruz Roja y 22 monitores, como también contar con servicios sanitarios y de higienización.
En el lugar solo se entrega una comida diaria, correspondiente a un snack frío, avaluado en 3.300 millones de pesos y, en detalle, se trataba de 18.200 raciones para 91 días de ejecución
Ya en diciembre, se firmó un segundo contrato con el mismo prestador por tres meses también, pero esta vez para instalar una carpa albergue en Iquique para unas 300 personas, cuyo acuerdo se fijó en más de 564 millones de pesos.
Ambos contratos suman 1.536.209.377 de pesos en total, lo que representa el 42 por ciento del presupuesto que en 2021 destinó el gobierno a Migración y Extranjería (3.700.450.000 de pesos), o más de cuatro veces lo que se aportó para el Programa Frontera Segura (361.964.000 de pesos). La extensión de los contratos, en tanto, continuará para el gobierno entrante hasta el mes de julio.
CUESTIONAMIENTOS
La académica del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad Arturo Prat, Romina Ramos, pidió a través de Transparencia el monto de los contratos entre la Delegación Presidencial de Tarapacá y la productora, quienes explicaron que el precio puede parecer alto, pero se justicia por la complejidad de trasladar el montaje hasta la zona fronteriza.
Por otro lado, la dirigenta de la Asociación de Migrantes y Promigrantes (Ampro) de Tarapacá, Lorena Zambrano, criticó las condiciones de estos recintos -principalmente de Iquique- y apuntó que los migrantes "siguen durmiendo en el suelo, siguen solo recibiendo un snack frío y sin agua potable, porque la que tienen en contenedores sirve para bañarse y lavar ropa, pero no para consumo humano".
Miguel Ángel Quezada, delegado presidencial de Tarapacá, indicó que "el trabajo realizado en estos dispositivos lo evaluamos positivamente, porque ha permitido recibir y dar dignidad a estas personas. Hay que destacar el trabajo del personal de salud que traslada a estas personas a residencias sanitarias transitorias", y agregó que hasta el momento se ha socorrido a unos 12 mil migrantes. Mientras que el alcalde de Iquique, Mauricio Soria, explicó que "la versión que tenemos desde la OIM es que la labor humanitaria que allí se realiza es buena".
"Quienes llegan allí pueden cubrir medianamente sus necesidades más elementales, como acceso a servicios higiénicos y duchas, alimentación y a poder pernoctar en ese albergue. Sin embargo, existirían algunas deficiencias en materia de salud referidas, principalmente, al tema de la trazabilidad en el caso de los PCR o del traslado de quienes puedan padecer alguna enfermedad a un centro asistencial", señaló, al igual que desde Colchane critican que el albergue no es apto para el inhóspito clima que se vive en la zona.
