A cinco años de presidio fue condenado un conductor que atropelló y dio muerte al ex cónsul de Italia, Enrique Lombardi, en noviembre del año 2019 en la ciudad de Iquique.
De acuerdo a los antecedentes recogidos durante la investigación dirigida por el fiscal de delitos violentos, Francisco Almazán, el hecho se produjo cuando el acusado, Mario Uribe Cerezo, tras conducir un vehículo sin prestar atención a las condiciones y señales de tránsito, atropelló a la víctima que cruzaba el paso peatonal preferente demarcado, huyendo del lugar sin detenerse ni prestar auxilio al afectado.
Producto del atropello, la víctima falleció en el lugar a causa de una hipovolemia aguda traumática y politraumatismo visceral y esquelético complicado.
Gracias al análisis de las cámaras de vigilancia municipales que captaron el momento del atropello y la huida del auto, y que la patente luego fue captada por el lector de placas patentes ubicado en la ruta que une a Iquique con Alto Hospicio, se pudo obtener la identidad del acusado, que era el propietario del automóvil y que había sido detenido tres veces previas en el mismo vehículo.
Si bien el automóvil se encontró abandonado en Alto Hospicio, el acusado se mantuvo prófugo durante seis meses y, tras ser detenido, declaró voluntariamente que el día de los hechos estaba conduciendo a una velocidad no prudente y que no se percató de la presencia del peatón.
Junto al abogado querellante de la familia de la víctima, el fiscal Almazán solicitó la condena del acusado, la que fue acogida por el juez de garantía que resolvió condenarlo como autor de cuasidelito de homicidio e incumplir detenerse y prestar ayuda a la víctima, suspendiéndole, además, la licencia de conducir por el mismo período y el comiso del vehículo.
Considerando que el acusado tiene condenas previas por otros delitos, la pena deberá cumplirla en forma efectiva.