En prisión preventiva quedó Ricardo González Latorre, un abogado de 55 años que fue formalizado por el delito de homicidio calificado, tras comprobarse su participación en el envenenamiento de una mujer para poder cobrar seguros de vida, hecho ocurrido en 2018 en la ciudad de Quilpué.
Según se estableció en la audiencia de formalización, en 2017 el imputado Ricardo González Latorre conoció mediante redes sociales a la víctima, Natalia Veliz, entablando una relación supuestamente de negocios en la que él gestionaría ventas de frutos secos y ganado, otorgándole a ella una parte de las ganancias.
Junto con ello, González convenció a la víctima para que sacara tres seguros de vida cuya beneficiaria, supuestamente, sería la hija de la mujer.
A mediados de 2018 –según el relato del Ministerio Público- la mujer quiso poner término a la relación con el imputado, y en ese contexto, el 28 de junio, "previa planificación concretada por el hechor", éste la pasó a buscar en su vehículo y la llevó "a un sector de la comuna de Quilpué, a conversar".
"Con ánimo de provocar la muerte de la víctima, para así poder perseguir los dineros provenientes del cobro de los seguros, de los cuales figuraba (en realidad él) como beneficiario, le sirvió a la afectada reiteradamente vasos de bebidas alcohólicas mezcladas con alcohol metílico y gaseosas", detalla la acusación.
DOLOR DE ESTÓMAGO, VÓMITOS Y CEGUERA
Luego de esto, el imputado llevó a la mujer a la casa de su pareja, donde la víctima pasó la noche. Sin embargo, al día siguiente –el 29 de junio- ella no se levantó de la cama.
"Se sentía mal, despertando en la tarde con un fuerte dolor de estómago, vómitos y mareos, además de ceguera parcial, no podía ver sus manos", relata la imputación de cargos.
La situación "se agravó en el transcurso de la tarde, llevándola su pareja (a la víctima) al Hospital de Quilpué, lugar al cual ingresó con posterioridad a las 02:00 horas del día 30 de junio del 2018".
Finalmente, el deceso de la víctima se registró el 7 de julio.
"Primeramente había un diagnóstico vinculado a posible meningitis, que fue descartado, y conforme a todos los síntomas y relatos de familiares, apuntaba a la existencia de envenenamiento por ingesta de alcohol metílico, proporcionado por un sujeto que después se pudo establecer que correspondía al imputado", explicó el fiscal Hernán Silva.
El persecutor indicó que el alcohol metílico o metanol es "una sustancia (tóxica) que desaparece rápidamente del organismo (...) Por lo tanto, como la víctima ingresó al Hospital de Quilpué, recibió primero otro diagnóstico, se le hicieron varios exámenes, se le aplicaron varios tratamientos, y con el paso de los días desapareció esta huella del alcohol metílico".
Silva explicó que este compuesto provoca "un deterioro rápido del cerebro, prácticamente lo va licuando", y "hubo que hacer una investigación de mayor alcance" para determinar la realidad de lo acontecido.
Tras la imputación de cargos, el Juzgado de Garantía de Quilpué rechazó la prisión preventiva de Ricardo González, la que después otorgó la Corte de Apelaciones de Valparaíso, estableciendo un plazo investigativo de 100 días, a cargo de la PDI.
NO ERA PRIMERA VEZ
Dentro de la investigación, el Ministerio Público estableció un "patrón común" que mantenía el imputado respecto de hechos de este tipo, pues en al menos tres causas más había sido investigado por situaciones similares.
"El año 1997 existía una causa del Juzgado del Crimen de Los Andes, donde el imputado fue investigado y condenado por el delito de homicidio calificado, en una causa donde la víctima tenía un seguro de vida donde el beneficiario era el imputado. (En esa ocasión) se pudo establecer que el imputado se puso de acuerdo con una tercera persona para matar a la víctima y poder cobrar el seguro, pero no pudo porque no se habían pagado las últimas primas", relató el fiscal Hernán Silva.
El persecutor también hizo referencia a una causa abierta en 2004 en Valparaíso, "en la que falleció una mujer por herida de arma de fuego, donde también estuvo investigado el imputado como posible autor de ese delito y no se logró acreditar su participación porque tenía una coartada: que se encontraba cumpliendo condena en Los Andes".
De igual forma, el 2012 en Villa Alemana, contó el fiscal Silva, "se pudo establecer una denuncia respecto de una víctima que también tenía un seguro de vida en que personas cercanas al imputado aparecían como beneficiarias". En este caso la víctima -un hombre- sobrevivió al envenamiento.
"Finalmente, en esta causa la víctima tenía tres seguros de vida de diferentes compañías y el beneficiario era el imputado y ése es el móvil por el que planificó y ejecutó este delito de homicidio calificado", sostuvo el persecutor.