El servicio de Aduanas de San Antonio decomisó 360 katanas de origen japonés que estaban siendo ingresadas al país sin contar con las autorizaciones correspondientes para este tipo de mercancías sujetas al control de la Dirección General de Movilización Nacional (DGMN).
Según informó Aduanas, una empresa de Santiago las trajo a Chile describiéndolas como "espadas, de acero común, sin filo para decoración o adorno las demás armas blancas", esto pese a que de todas formas las estaba declarando en el documento de importación dentro la Partida Arancelaria 93070000 del Arancel Aduanero basado en el Sistema Armonizado de Designación y Codificación de Mercancías (SA), en cuya glosa se detallan como "sables, espadas, bayonetas, lanzas y demás armas blancas, sus partes y fundas", en el Capítulo 93 Partida "Armas, municiones, y sus partes y accesorios".
Tras conocerse el hecho, el servicio involucrado presentó una querella ante el Juzgado de Garantía de San Antonio indicando que "se puede determinar claramente que las espadas son un arma blanca, corto punzante y no un elemento de decoración como lo señalan en la Declaración de Ingreso y los documentos comerciales de base de los mismos".
El Administrador de la Aduana de San Antonio, Ángelo Vergara, destacó "el desarrollo de este procedimiento que se enmarca en el trabajo institucional para evitar el ingreso al país de elementos que pueden ser muy peligrosos para las personas. Por esa misma razón están sujetas a control y sólo las personas o empresas que están inscritas ante la DGMN puede importarlas y comercializarlas".
Agregó que "es muy importante entender que estos controles de la DGMN estipulados en la ley y su aplicación por parte de Aduanas, responden a la necesidad de tener la trazabilidad de estos elementos, en este caso armas blancas de gran tamaño, que eventualmente pueden terminar en manos de delincuentes".