El estrés hídrico que presenta la Región de Valparaíso, como consecuencia de la prolongada sequía, determinó que se adelantara aproximadamente en un mes el trabajo de preparación para la temporada de incendios forestales, pues las autoridades prevén que se avecina una temporada compleja en esta materia.
Según estadísticas de la Onemi regional, desde el 1 de julio hasta la fecha se han registrado 10 incendios forestales en la zona, que han afectado a 371 hectáreas. Cinco de estos siniestros han ocurrido en la provincia de Petorca, donde una superficie de 302 hectáreas ha sido afectada.
"Si bien no es una cantidad significativa, de momento, nos tiene ocupados y preocupados el comportamiento de los incendios respecto del grado de estrés hídrico que tiene el combustible", dijo el director regional de la Onemi, Mauricio Bustos.
"Tenemos una sequía muy prolongada, pero este año ha sido particularmente compleja: hemos tenido temperaturas altas inusuales para la época y hemos visto, en particular, en dos incendios que hemos tenido en la comuna de La Ligua, Provincia de Petorca, un comportamiento propio de septiembre u octubre y lo hemos tenido en julio o principios de agosto", enfatizó Bustos.
Por tal motivo, "estamos trabajando ya en el periodo de preparación de incendios forestales: estamos en el proceso de actualización del plan de emergencia específico de incendios forestales y ya trabajando para –básicamente- adelantarnos un mes en todos los procesos respecto de lo que hacíamos habitualmente", explicó la cabeza de Onemi en Valparaíso, que advirtió de antemano que "las condiciones no van a ser fáciles".
MUNICIPIO PIDE REFUERZO DE LA ACCIÓN ESTATAL
Ezio Passadore, encargado de Emergencias de la Municipalidad de Valparaíso, apuntó que durante los últimos años se ha ido alargando la temporada de incendios.
"Indudablemente, los efectos del cambio climático están repercutiendo en la comuna de Valparaíso. Ya es una realidad que los incendios son de mayor intensidad y no necesariamente se producen en mayor cantidad, como lo que se vio el año pasado en Quilpué, que partió en la Reserva Lago Peñuelas", recordó el funcionario.
En este escenario, el directivo municipal apuntó a la necesidad de medidas preventivas como "una vigilancia exhaustiva del territorio", y afirmó que "incluso se tiene ya que analizar la participación de las Fuerzas Armadas".
"Las soluciones o medidas preventivas son múltiples y no necesariamente de resorte municipal, sino que tiene que haber un refuerzo del Estado en todas sus instancias", señaló Passadore.
EL "PAVESEO"
De igual formal, Passadore explicó que la prevención no debe centrarse exclusivamente en las línea de cortafuego, debido a la condición ventosa de la ciudad puerto.
"Tenemos una interfase enormemente activa, donde convive el bosque con la ciudad. Las estrategias de prevención son múltiples, no necesariamente la elaboración de cortafuegos, ya que esa es una labor prácticamente imposible de realizar en toda la dimensión que es necesaria, porque la interfase activa de Valparaíso es del orden de las mil hectáreas solo en el anfiteatro, y con el deslizamiento participativo y personal municipal, en el mejor de los casos, se va a poder hacer una limpieza de cinco hectáreas", señaló el encargado municipal de Emergencias.
Agregó que "la característica que tiene el incendio en Valparaíso es lo que se denomina el 'paveseo'; vale decir, que por el viento las cenizas se pueden trasladar por kilómetros y generar nuevos focos, como pasó en 2014".
Aquello "no fue un incendio, sino que fueron decenas de incendios con un foco en común generado en el Camino La Pólvora, que fue generando decenas de incendios más, a tal punto de que la emergencia se hizo incontrolable", recordó el funcionario.