La defensora de la Niñez, Patricia Muñoz, criticó que tras casi un año de los episodios de contaminación en la zona de Quintero y Puchuncaví aún exista una "falta de empatía" para con los menores de edad por parte de los adultos y los profesionales de salud.
En conversación con El Diario de Cooperativa, Muñoz indicó que los niños y adolescentes son los más vulnerados luego de conocerse dos estudios: el primero que evidencia la percepción de riesgo de los menores y el segundo sobre la presencia de metales pesados en los niños.
"Los niños relevan la falta de empatía y como el mundo adulto, por parte de quienes son responsables de la salud; no han sido capaces de entender que lo que ellos plantean son cosas que están viviendo en realidad", dijo.
Explicó que tras un año del primer episodio de contaminación en la zona hay niños que "siguen presentando sintomatología que no es abordada a nivel de salud porque no tienen especialistas ni una atención que demuestre en tener un diagnostico acorde".
Esta situación, sostuvo, tiene directa relación con la "desinformación y la falta de claridad, sumado al descrédito que se da desde el mundo adulto, minimizando las expresiones de los niños".
Además, la defensora lamentó que en nuestro país no existieran estudios previos para determinar cual es la situación que enfrentaban los menores de esta zona en relación con la contaminación.
"La mejor manera de manifestar la brutalidad de esta situación es con una frase de una niña de 12 años que cuando ella plantea la situación que experimenta vivir en esa zona, la describe diciendo que 'nosotros no somos el futuro de Chile porque nos van a matar lueguito', y creo que es una frase tan potente como brutal", sentenció.
Experta advirtió del riesgo de las hortalizas y el polvo
El segundo de los estudios mencionados detectó la presencia de arsénico en hortalizas y, además, de metales pesados en pelo y uñas de 71 niños de Puchuncaví, lo que -advierte- puede tener efectos cancerígenos a futuro.
La investigadora Maite Berasaluce, quien realizaba este seguimiento desde el 2016, habló con El Diario de Cooperativa y detalló que el análisis se realizó en seis localidades cercanas al Complejo Industrial de Ventanas, que mientras más cerca estaban "existía mayor concentración de metales en el suelo".
La experta recomendó resguardar los hogares del polvo en suspensión y "jamás basar la dieta al 100 por ciento en hortalizas que estén solamente cultivadas en la zona".
En zonas cercanas a agentes contaminantes "las personas que estarían expuestas a este polvo y que ingieren accidentalmente durante el día estarían en riesgo de contraer cáncer en alguna etapa de su vida y el riesgo nos ha salido alto para niños de 1 a 5 años desde La Greda hasta Maitencillo".
Además, explicó que los niños de 1 a 5 años tienen el doble de concentración de arsénico en su cabello que los niños de 6 a 18 años y hasta el triple que los adultos de más de 18 años.