"¡Juez, mañana voy a amanecer muerta! ¿Por qué lo dejó libre?". Fueron las palabras con las que terminó la audiencia de formalización de J.C.P.U., quien fue imputado por el delito de amenazas en contexto de violencia intrafamiliar, tras haber provocado el incendio de la casa de su ex pareja, en Viña del Mar.
Los hechos ocurrieron durante el fin de semana en la Villa Dulce de la ciudad jardín, según consigna La Estrella de Valparaíso, donde el sujeto prendió fuego a la vivienda de María Elena Toledo, de quien mantenía cuatro órdenes de alejamiento.
"Me rompió todas las ventanas de la casa y con improperios de grueso calibre me dijo que me iba a quemar la casa y lo cumplió. Si no fuera por mi papá, que se dio cuenta del fuego porque se levantó a las cuatro de la mañana para ir al baño, nos habríamos muerto todos. Esto fue un homicidio frustrado", relató la mujer al matutino.
La víctima continuó relatando que "¡él me quemó la casa estando yo, mi hijo y mis papás adentro!", "¿A quién le dan tantas órdenes de prohibición? A él solamente, porque es malo, maltratador... pero no es suficiente, yo vivo con miedo, asustada de que me mate", sostuvo Toledo.
Tras la audiencia, el magistrado ordenó como medida cautelar del imputado la prohibición de acercarse a la víctima, dejándolo en libertad, lo que afectó considerablemente a la mujer, quien increpó al juez diciendo que "¡Él me cortó el agua, reventó los neumáticos de los vehículos para que ninguno pudiera escapar de la casa en llamas! ¡Mañana voy a amanecer muerta!".
Para la investigación se decretó un plazo de 60 días para llevar a cabo las diligencias correspondientes.
"No quiero ser un número más"
Por otro lado, en Valparaíso Stefanie Silva (34) quiso dar a conocer su caso de violencia intrafamiliar tras recibir reiteradas amenazas de muerte de su exmarido, quien prometió actuar en contra de ella y de las hijas (3 y 5 años) que mantienen en común.
"No quiero ser un número más", fue lo que Stefanie confesó al mismo medio local, al que aseguró haber sido objeto de agresiones en la calle, llamados telefónicos y peticiones de ayuda a gritos sin que nadie la escuche.
"Él siempre ha sido muy obsesivo conmigo, él puede tener pareja, y la tiene, pero yo no puedo tener a nadie", cuenta la mujer.
Agrega que "en noviembre dejó ver a las niñas y traté de regularizar las visitas, fui a mediación y en medio de la cita se levantó y se fue. Esperé un rato por temor a que me estuviera esperando afuera y me fui; cuando fui a subirme al colectivo me tomó por detrás, me dejó morada, me cortó la cartera y cuando se dio cuenta de que el chofer y los pasajeros se iban a bajar, arrancó".
"Más tarde me llamó de un número desconocido y con muchos garabatos me dijo que me iba a matar a mí, a las niñas y que se mataría él", relató la mujer.
Asimismo, Silva relata que pudo conseguir medidas de protección, las que fueron infructuosas, pues el sujeto –asegura- volvió a ingresar a su domicilio a amenazarla con un cuchillo y agredirla.
Desde ese entonces, a inicios de este mes, dice que decidió arrancar y esconderse junto a sus hijas. Sin embargo, él la encontró donde una amiga y apedreó la vivienda y destruyó el auto que ella utilizaba para trabajar de Uber.
"Fue horrible, yo aguanté todo porque pensé que me quería y no podía abrir los ojos porque él me alejó de todos. Pensamos con mi amiga que la única forma de alejarlo era haciéndolo público y hasta ahora ha resultado", dice Stefanie.
Agrega que "desde entonces no ha llamado y por lo que sé anda en la calle encapuchado y acompañado; de seguro lo tienen amenazado, pero yo tampoco quiero que le hagan algo, no quiero que le peguen, quiero que la justicia funcione y que si tiene que estar lejos de mí, se aleje, y si se tiene que hacer un tratamiento sicológico, que se lo haga, nada más. Yo decidí que no quiero ser un número más", remató.