En Valparaíso comenzó el juicio en contra de C.E.B.A. un hombre de poco más de 30 años acusado de decapitar y desmembrar al hombre de 68 años al que le arrendaba una habitación, en el cerro Ramaditas de Valparaíso.
El crimen quedó al descubierto el 20 de agosto del 2023, pero habría ocurrido el 17, cuando el acusado "agredió a la víctima de la tercera edad, identificada como P.F.M.A. propinándole múltiples golpes utilizando para ello un elemento contuso en distintas zonas del cuerpo de la víctima", sostiene la acusación fiscal en la que el Ministerio Público pide la pena de presidio perpetu calificado por homicidio calificado y ultraje de cadáver.
"Una vez que la víctima se encontraba indefensa, sin posibilidad de oponer resistencia producto de la agresión propiciada por el imputado, este propinó a la víctima golpes de pie en la zona de la cabeza realizando el propio imputado una videograbación mientras agredía a la víctima que yacía en el piso", indica el libelo.
Dichas imágenes, agregó la acusación del Ministerio Público, "fueron compartidas por el propio imputado por un sistema de mensajería con terceras personas incluyendo el imputado expresiones que daban cuenta de haber golpeado a la víctima motivado por la orientación sexual de esta última".
Sumado a lo anterior, estableció Fiscalía, cuando la víctima se encontraba indefensa y "aún con vida, el imputado decapitó a la víctima con un arma cortopunzante", ocasionándole la muerte, tras lo cual el acusado desmembró al hombre y lo ocultó en bolsas.
El fiscal Elizardo Tapia sostuvo en la apertura de juicio que el imputado fue acusado por homicidio calificado por alevosía, puesto que "procuró la indefensión de la víctima no solo al golpearla y dejarla privada de defensa antes de ocasionar su muerte, sino que también porque el imputado había manifestado previamente su intención de dar muerte a esta persona".
"Sabemos que estuvo con esta persona varios días antes de ocasionarle la muerte, que ocultó su propósito, hizo que la víctima confiara en él, compartió bebidas alcohólicas. En definitiva, buscó esa indefensión", aseguró el persecutor.
El persecutor también acusó ensañamiento, pues "los videos demuestran "la crueldad con que el imputado golpea a la víctima que yace en el suelo, cómo se burla de la víctima -lo que era absolutamente innecesario para el propósito final- solo aumentaba el sufrimiento".
Por su parte, el defensor Felipe Cañón, sostuvo que "se ha intentado mostrar que este homicidio tuvo una planificación por una cuestión de su orientación sexual (...). Acá lo que ocurrió es un problema que afecta a la sociedad en general, pero que afortunadamente no siempre tiene estas consecuencias: hubo un consumo abusivo y excesivo por parte de mi representado y esto lo llevó a cometer el hecho que, a grandes rasgos, son los descritos en la acusación".
"Hubo un homicidio y hubo un descuartizamiento, pero no hay un móvil previo, no tenía la intención de hacerlo, sino que esta problemática social de excesos son los gatillantes de este hecho", expuso el defensor sobre el hecho para que él es un homicidio simple.