El destino de uno de los múltiples lobos marinos que desde hace semanas aparecen muertos en las costas ha desatado una polémica en la playa de La Boca, en Concón (Región de Valparaíso), después de que tras una semana en la arena no haya sido retirado y simplemente se haya tapado con un montón de tierra.
Según funcionarios oficiales consultados por EFE, el núcleo del conflicto es que la playa está concesionada y la municipalidad considera que debe ser el privado el que se haga cargo de su retirada o entierro siguiendo los protocolos establecidos para este tipo de situaciones.
Protocolos que indican que si se entierra se debe abrir una zanja de al menos 8 metros de profundidad para evitar que la descomposición del cuerpo pueda causar enfermedades o que pueda quedar de nuevo al aire por el efecto de las mareas, el viento e incluso de los bañistas que hagan uso de la playa.
"Al ser concesionada, eso tampoco lo hizo el municipio, por lo que desconocen aquí si bajaron estos procedimientos", dijo a EFE sobre el terreno un funcionario del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), quien aseguró que se iba a volver a contactar y advertir a la comunidad.
Al parecer, y según funcionarios de Sernapesca, el lobo marino de la Boca no habría muerto de gripe aviar aunque igualmente se ha convertido en foco de otras infecciones.
Cerca de dos millares de lobos marinos, además de cientos de pingüinos de Humboldt y otras aves han aparecido muertos en las últimas semanas en las costas de Chile, Perú y Ecuador, la mayoría a causa del agudo brote de gripe aviar.