El hecho ocurrió en Putaendo, cuando la menor manipuló esta máquina sin supervisión de un adulto como es requerido.
Los padres indican que el establecimiento no cumplió con los protocolos en el momento del accidente.
Hace cerca de un año que Astrid Vera, una niña de 9 años, perdió parte de su dedo en una máquina de ejercicios que estaba dentro de su colegio, ubicado en la comuna de Putaendo, Región de Valparaíso.
El hecho ocurrió cuando la menor manipuló esta máquina, sin supervisión de un adulto como es requerido y tampocó con los elementos de seguridad para su uso.
Juan Vera, bombero y padre de la niña afectada, afirmó que él acudió a la emergencia y que el colegio no cumplió con los protocolos en el momento del accidente, acusando que tampoco llamaron a una ambulancia.
"Ella corrió hacia la tía del colegio, lo que atinó fue a pasarle un pedazo de confort con el que estuvo hasta que yo llegué. Le pregunté si habían llamado a la ambulancia y nada... No sabían qué hacer, ni un botiquín de primeros auxilios que corresponda para este tipo de urgencia", detalló Juan a CHV.
En la misma línea, Lídice López, madre de Astrid, lamentó la falta de protocolos del establecimiento tanto para evitar el accidente como posteriormente, y señaló que la máquina "no debiese haber estado ahí sola, tiene que haber un responsable".
Por su parte, el director del establecimiento se negó a declarar ante la PDI sobre este hecho, pese a ser la máxima autoridad en este recinto.
Debido a esto, los padres decidieron presentar una denuncia ante el Ministerio Público para determinar las responsabilidades, pero tras cerca de un año de espera solo recibieron una carta errada de la Fiscalía, en la que se hablaba del delito de "amenazas" y no sobre la búsqueda de culpables en el accidente de Astrid.
Según detalló CHV, el organismo reconoció el error en el documento e indicaron que enviarán uno nuevo con el delito denunciado correctamente, pese a esto, los padres de la menor acusaron que la falla demuestra una falta de investigación en el proceso.
En tanto, los padres siguen preocupados por la recuperación psicológica de su hija, quien -según detallan- pasó de ser de niña con mucha personalidad a ser muy vergonzosa, que le complica salir por los problemas en su mano. "Hoy, tú ves a una niña totalmente apagada", lamentó la madre.
