Mauricio Molina, director del Sistema de Alerta de Marejadas y académico de la Escuela de Ingeniería Civil Oceánica de la Universidad de Valparaiso (UV), propuso en Cooperativa considerar la construcción de playas artificiales ante el problema de marejadas en la zona costera.
Hasta este viernes 7 de diciembre se registrarán marejadas catalogadas por la Armada como "anormales" en toda la costa de Chile continental, desde Arica hasta el Golfo de Penas, pasando por el archipiélago de Juan Fernández, con olas de dos metros y medio en rompientes y con viento de componente norte, por lo que se proyectan salidas del mar, ya que la bahía no está protegida para esa condición.
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Las olas obligaron la tarde de este martes a cerrar el tránsito peatonal en la avenida Perú de Viña del Mar, una vía que año a año sufre los embates de este fenómeno.
Para evitar las inudaciones en este y otros sectores es que el director del Sistema de Alerta de Marejadas, en diálogo hoy miércoles con el trasnoche de Cooperativa, sugirió que "lo primero y más importante es incorporar en la mentalidad chilena, fundamentalmente en la de los tomadores de decisiones, que nuestra costa no es un elemento estático".
"Todas las actuaciones que hagamos en el borde costero deben tomar en cuenta que las cosatas son dinámicas, van cambiando, y los efectos negativos que hoy día estamos visualizando son fruto de haber asumido en el pasado que la costa era estática, que la playa que había delante de (la avenida) Perú iba a permanecer en el tiempo", sostuvo el experto.
El experto explicó que la playa que antes estaba delante de la avenida Perú de Viña del Mar "ya no está y es esa playa la que deja de disipar la energía que antes se disipaba. La estructura hoy día no es capaz de soportar el oleaje que llega con frecuencia porque fue diseñada para llevar la acción con una playa delante".
Por ello es que, a corto plazo, propuso que "una de las alternativas más factibles de poder intervenir la avenida Perú es rellenar con una especie de playa artificial delante, como lo había antes".
Molina indicó que un proyecto de esta magnitud "tendría un costo bastante grande" y que es una solución "que no es definitiva", pero que así deben ser las soluciones de borde costero: "La ingeniería a nivel internacional está cambiando hacia soluciones blandas, que tienen vida útil de cinco o 10 años y después hay que volver a hacerlas, porque o sino va a continuar habiendo intervenciones con problemáticas y con consecuencias más grandes".
En la misma línea de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), el académico hizo un llamado a la precaución de la población debido a un nuevo evento de marejadas.