La rotura de un colector de Esval terminó en el vertimiento de aguas servidas hacia el estero y la laguna que se encuentran al interior del Jardín Botánico de Viña del Mar, donde afortunadamente las aves que se encontraban en el lugar no se vieron afectadas.
Según el director del recinto, Alejandro Peirano, todo "partió el sábado de la semana pasada, se tapó este colector y empezó a aflorar agua por el pavimento, pasó agua bajo la carpeta de asfalto y no es menor porque siguieron pasando camiones y hoy está inclinado el camino".
Agregó que "estuvieron buscando algunos días donde estaba el punto de afloramiento del agua porque no tenían cámara de revisión, a mi parecer fue un poco lento y se los dije y ayer tomaron la decisión de pinchar donde pensaron que tenían el problema y estaba ahí".
Aquello "estuvo bien, pero la pared que daba hacia el Jardín Botánico se rompió y el agua en vez de seguir desde arriba y conectar con el ducto de abajo, giró y se fue hacia El Olivar que es el que alimenta toda nuestra vía".
Según Peirano, son cerca de 2.400 litros de agua contaminada por minuto los que fueron vertidos desde las tuberías: "Es mucha agua contaminada la que cayó, dejó todo hediondo, le tuve que pedir a la gente que se retirara, se le devolvió el dinero a la gente que quiso y se cerró el jardín".
De igual forma, el director del Jardín Botánico aseguró que tras conversaciones con Esval "ellos van a asumir ese costo (de estar cerrados este viernes y sábado) y otros más que vienen, porque queremos que armemos un plan de mitigación a largo plazo".
Finalmente, Peirano aseguró que "hay un daño evidente en la calidad del agua, en el olor, en los residuos que van a quedar porque por más agua que pase, los sedimentos se fueron a fondo, son aguas contaminadas que tienen un efecto a largo plazo, se transformarán en agua con alto nivel de nitrógeno, entonces proliferan algas y lo lindo de la laguna es que a futuro se vea el agüita, entonces para el verano se va a poder casi caminar sobre la laguna por lo que estoy viendo con entes técnicos porque me dicen que hay una bacteria que se come estas algas".
Esperan abrir parque el domingo
Alejandro Romero, subgerente zonal de Esval, explicó que "lamentablemente, se produjo una obstrucción de un colector que transporta aguas servidas, cercano al Jardín Botánico. Su reparación se trató de una labor compleja, puesto que raíces de gran volumen (dado el sector de amplia vegetación) apretaron nuestro colector, ocasionando su rebase".
"El derrame fue acotado y controlado por nuestros equipos en terreno. Hoy estamos haciendo labores de limpieza en la laguna, con dilución y muestreos de calidad de agua, que permitirán su completa normalidad y dar tranquilidad a los visitantes", precisó.
Romero añadió que "tuvimos una positiva reunión donde acordamos un plan de trabajo y evidenciamos además que no se registran afectaciones a la flora o fauna del lugar. Por ello, estimamos que ya mañana sábado el Jardín Botánico podría reabrir en forma parcial, y si no hay inconvenientes, el domingo poder funcionar de manera completamente normal".