En el puerto de San Antonio fueron decomisados 24 mil kilos de fuegos artificiales que habían ingresado a Chile en un contenedor proveniente desde China.
Según el Servicio Nacional de Aduanas, el importador declaró que la carga correspondía a cintas adhesivas, pero la Unidad de Análisis de Riesgo (UAR) levantó la alerta al determinar, en base al cruce de diversos datos de comercio exterior, que eventualmente el contenedor proveniente de China podría contener productos ilegales.
Se trató de 27 mil 788 unidades equivalentes 681 mil 702 tiros, respecto de lo cual el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, sostuvo que "hoy no sólo tenemos nueva legislación que nos permite perseguir a los responsables, sino que se ha reforzado el trabajo en Aduanas para evitar que estos elementos ingresen al país y se han realizado operativos en distintas zonas del país para decomisarlos".
"Este ingreso de mercancía ilícita, especialmente peligrosa, también está apalancada con otras actividades de carácter criminal, como el narcotráfico o contrabando de cigarrillos. Nosotros creemos que se tratan de actividades que responden a parámetros similares de fenómenos criminales y como servicio nosotros tenemos un rol de protección de las fronteras", explicó el director nacional de Aduanas, José Ignacio Palma.
El procedimiento fue informado a la Fiscalía Local de San Antonio, que comenzó la investigación de rigor, y luego Carabineros entregó el contenedor con los fuegos artificiales al Ejército para su disposición final y posterior destrucción.