Un hombre y una mujer son acusadas de coludirse para matar al padre de esta última.
Según las primeras investigaciones, el yerno de la víctima, que denunció un supuesto asalto, le propinó golpes con un martillo.
La investigación se prolongará por 120 días.
En prisión preventiva quedó la pareja acusada de darle muerte el sábado a un hombre de 60 años, identificado como Armando Latín Suárez -padre de la mujer y suegro del sujeto-, en la población Bernardo Cruz de la comuna de San Felipe, en la Región de Valparaíso.
El crimen fue denunciado por el propio yerno de la víctima, el supuesto autor material del hecho, quien entregó información que apuntaba a un posible asalto al interior de la vivienda en la que todos residían.
El cuerpo presentaba heridas contusas en el cráneo con un martillo y la causa de muerte fue, según los primeros peritajes, por asfixia manual.
No obstante la versión del yerno, las diligencias a cargo del subcomisario Hernán Garcia, jefe subrogante de la Brigada de Homicidios de la PDI de Los Andes, hicieron sospechar que la pareja había ideado un plan para dar muerte al hombre.
Tras ser aprehendidos el sábado, este lunes se realizó la formalización de los dos acusados en el Juzgado de Garantía de San Felipe: Carlos Medina (24), por homicidio calificado, y Natalia Latín (24), por parricidio.
La mujer de 24 años es estudiante de párvulos en la Universidad de Playa Ancha y su esposo guardia de seguridad en un Homecenter Sodimac del sector. Cuyo trabajo había sido conseguido por la misma víctima.
En la audiencia, el fiscal de San Felipe, Julio Palacios, relató que "cuando el imputado estaba agrediendo a la víctima, ingresa la hija de éste. Ella se percata del hecho y, ante la situación de que su padre no moría, ella decide salir con la finalidad de que el imputado diera muerte a la víctima para, posteriormente, regresar una vez que se había consumado el delito".
Tras el crimen, dijo el persecutor, los sujetos concertaron llamar por separado a los equipos de emergencia: ella al SAMU y él a Carabineros.
Tras revisar los hechos, el tribunal determinó la medida cautelar de prisión preventiva para ambos, mientras se realiza la investigación de 120 días.
El jefe subrogante de la Brigada de Homicidios de la PDI dijo, por su parte, que entre la víctima y los detenidos había una mala convivencia porque ellos ya llevaban siete años viviendo en su casa y "tenían un mal vivir: hacían fiestas, eran desordenados, y esto no le parecía bien al dueño de casa. Les solicitó en reiteradas ocasiones que, por favor, lo dejaran solo, que se fueran, que buscaran un arriendo, pero estas personas no querían irse".
El funcionario policial dijo que en ocasiones anteriores los victimarios ya habían intentado matar al hombre suministrándole pesticidas en el jugo, situación que había sido alertada por la víctima, quién en distintas ocasiones se había ido a la casa de su madre.
"En primera instancia, lo intentaron poniéndole veneno, Tánax, en un vaso de agua. Después lo intentaron con pesticidad en vasos de jugos, pero la víctima se percató en reiteradas ocasiones que lo estaban tratando de matar", señaló.
