Durante este lunes se lleva a cabo la clausura del juicio oral en contra de un capitán y un sargento de Carabineros de Viña del Mar, quienes están acusados de disparos injustificados y apremios ilegítimos con resultado de homicidio frustrado en el marco del estallido social.
Según se explicó durante la audiencia, el sargento está acusado de disparar en contra de siete víctimas y el capitán contra una persona, causándole heridas de gravedad.
Dentro de sus alegatos, el fiscal Juan Sebastián de la Fuente, indicó que si bien los hechos se dieron en el marco de una manifestación que "ya se había puesto violenta", no existía -a juicio del persecutor- riesgo para los funcionarios.
Los acusadores también rebatieron que la orden de disparar hubiese sido dada por el entonces mayor Arriagada, pues el oficial en cuestión hoy se encuentra fallecido producto de un accidente de tránsito por lo que no se pudo contar con su declaración.
No obstatne, De la Fuente agregó en su exposición que la supuesta orden de disparar tampoco habría quedado registrada en la Central de Comunicaciones (Cenco).
Por su parte, el abogado Javier Rojas Mery del Consejo de Defensa del Estado, querellante en la causa, expuso que los funcionarios habrían -según él- abusado de su cargo y actuado de forma dolosa a sabiendas de que su actuar podría haber significado consecuencias fatales.
Piden absolución
Desde la defensa del capitán acusado, el abogado Juan Carlos Manríquez discutió sobre la definición de apremios ilegítimos y tortura, siendo -según explicó el experto- el primero un hecho degradado respecto del segundo y que se comete por agentes del Estado en contra de quienes están bajo su custodia.
De esta manera, el jurista indicó que la víctima que se le atribuye a su representado nunca estuvo bajo su custodia, agregando que la herida proferida no era de carácter mortal.
"Pedimos la absolución de todos los cargos, no solo por cuestiones probatorias dado que todo aquello que se trajo para tratar de conectarlo con estos hechos resultó ilógico, deficiente e incompleto, vago y contradictorio", dijo Manríquez.
Agregó que "en ninguna parte del juicio se pudo ver filmado o grabado a mi representado (...) disparando con el ánimo de herir, golpear, maltratar, ser cruel, inhumano o degradante para afectar la moral o la dignidad de una persona".
Este martes el Tribunal de Viña del Mar revisará las réplicas de los alegatos de clausura para el miércoles, en un principio, emitir veredicto y determinar si ambos funcionarios son culpables o inocentes de los hechos que se le imputan.