Cerca de 50 testigos y peritos y 50 evidencias de material será lo que llevará el Ministerio Público a juicio oral.
Acusados arriesgan penas de presidio perpetuo calificado y simple.
Los imputados se mantienen en prisión preventiva.
El Juzgado de Garantía de Villa Alemana acogió la totalidad de las pruebas planteadas por la Fiscalía para llevar a juicio oral a los acusados Johanna Hernández y Francisco Silva, imputados por parricidio y homicidio calificado –respectivamente- en el caso de Nibaldo Villegas, el profesor que fue asesinado y descuartizado en agosto pasado.
Según consigna El Mercurio de Valparaíso el magistrado Francisco Cerda –que dictó los autos de apertura del juicio luego que el juez Ignacio Adana se inhabilitara- rechazó todos los alegatos de las defensas, quienes intentaron refutar lo expuesto por el Ministerio Público.
"La conclusión final es que toda la prueba de cargo que ha presentado el Ministerio Público está ajustada a derecho, no hubo exclusión de prueba", sostuvo el fiscal adjunto de Valparaíso, José Miguel Subiabre, quien llevará a juicio oral "más de 26 testigos, más de 22 peritos y más de 50 evidencias de material", señaló.
El persecutor agregó que hay multiplicidad de pruebas. "Tenemos pruebas testimoniales que van a dar cuenta de la circunstancia de la víctima, de cómo se hace el hallazgo del cuerpo, todo lo que significan las pruebas de las policías, cómo se estableció, se elucubró y se pudo dar cuenta con este paradero.
Subiabre añadió que "las pruebas que hace la Oficina de Análisis Criminal respecto de los teléfonos, su georreferenciación, todos los metadatos que tenían los teléfonos y que fueron eliminados directamente por los imputados para borrar evidencias (...) fotografías, planimétricos, huellas, peritos mecánicos, análisis de restos biológicos, etc. Es una gran cantidad de evidencia material, pericial y testimonial".
Cabe recordar que el Ministerio Público solicitó una condena de presidio perpetuo calificado para Johanna Hernández, es decir, al menos 40 años de cárcel efectiva, mientras que para Silva se pidió una pena de presidio perpetuo simple, o sea no menos de 20 años de privación de libertad.
