La Corte de Apelaciones de Valparaíso ordenó a una veterinaria de Quilpué a indemnizar con un millón de pesos a una mujer de Villa Alemana por la pérdida del gato que esta última dejó a cargo de la profesional. El animal había sido un regalo del fallecido esposo de la víctima.
El felino, de nombre Tony, se extravió hace cerca de un año luego de que su dueña se viera en la obligación de dejarlo en un hotel para gatos.
"Ella tuvo que viajar al sur y como no tenía con quien dejarlo, contrató un hotel de mascotas y cuando volvió no lo encontró, se había escapado. Desesperada empezó una búsqueda pegando afiches, hasta que la veterinaria intentó hacerle creer que había encontrado a su gato, pero era otro. Hubo un daño moral doble", explicó el abogado demandante, Guillermo Kegevic.
Según el tribunal de alzada, el extravío de Tony constituye un "incumplimiento contractual" de parte de la veterinaria Estephanie Suárez y trae "como consecuencia incomodidades para el contratante diligente, lo que unido a un sufrimiento o afección psicológica, que lesiona el espíritu, hiere sentimientos, generando mortificaciones y depresiones que deben ser indemnizados por la vía del daño moral en comento".
El fallo agrega que la afectación sufrida por la demandante tras la pérdida de su mascota se debe a que Tony "tenía un arraigo familiar especial, atendido a que se la había regalado su marido ahora fallecido, considerando también la identidad con hechos familiares de especial relevancia, lo que por cierto se traducen para la actora en un impacto emocional indiscutible, al desaparecer Tony de la custodia de la demandada".
Al respecto, Kegevic explicó que la justicia civil de Quilpué había otorgado una indemnización "de sólo $20.000, tras lo cual alegamos y hoy la Corte falló con un millón. Pero no se trata sólo de dinero, sino que con esto se sienta jurisprudencia porque acreditamos que una pérdida de este tipo genera sufrimiento y eso es considerado daño moral".