El alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, se querelló contra todos los que resulten responsables del delito de estafa, a propósito de la polémica cancelación de última hora del show pirotécnico de Año Nuevo.
La acción judicial se basa en antecedentes que indican que la empresa a cargo de los fuegos artificiales sabía que estaban vencidos y, sin embargo, hicieron creer que todo estaba en orden, sin dar alertas oportunas para solucionar el inconveniente.
Sharp dijo que con esta querella la Municipalidad busca "obtener lo que espera la ciudad: justicia y el esclarecimiento completo de los hechos, a fin de que se pueda construir una reparación derechamente económica a la ciudad y, en particular, a los gremios y comercio".
Aseguró que existió "una serie de gastos que el municipio tuvo que realizar por concepto de fuegos artificiales, que van desde el arriendo de las balsas, su reparación, que se encuentran entre 170 y 200 millones de pesos".
"Sin embargo, la pérdida que sufrió el comercio, el turismo, los hostales, los hoteles, los lancheros, los guías y todos aquellos que hacen de su vida laboral el turismo, fue mucho mayor, y es la pérdida que buscamos que se pueda reparar", enfatizó.
Desde los gremios de restoranes, bares y alojamientos y de los lancheros del Muelle Prat valoraron la querella pues la cancelación del show pirotécnico les provocó "muchas pérdidas, más del 50%".
La parte querellante pide que se tome declaración a los testigos del proceso de licitación y que la Dirección General de Movilización Nacional, que tenía la facultad de autorizar el espectáculo, informe sobre los peritajes que realizó al material pirotécnico.
En paralelo, la alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti, ha anunciado una serie de acciones judiciales, pero cuyas presentaciones aún no son confirmadas.