A un total de 33 años de cárcel fue condenado César Canales, quien fue declarado culpable de los homicidios simples consumados de los hermanos Pablo (22) y Nicolás (20) Fierro, y el homicidio frustrado de Andrés Bello (22).
Según lo expuesto en el juicio, la noche del 15 de septiembre de 2016, en Coronel, Canales abrió fuego en reiteradas oportunidades contra una camioneta que reconoció como perteneciente a una banda rival de la comuna en la Región del Biobío.
Producto de la balacera, dos de los ocupantes del vehículo fallecieron mientras que Andrés Bello quedó parapléjico.
El fiscal Hugo Cuevas destacó que esta fue "una sentencia ejemplificadora. Se han aplicado penas que parecen proporcionales a la calificación que fijó el tribunal. Recordemos que aquí el tribunal calificó los hechos como dos homicidios simples consumados y uno frustrado, y aplicó penas que van más allá del mínimo que establece la ley".
Cuevas agregó que "nos parece una sentencia adecuada, que está conforme a derecho y que, además dado el monto de la sanción que se aplica, creo yo que para la familia sobre todo, de las personas fallecidas y así mismo de la víctima que quedó parapléjica, otorgarle un poco más de paz y tranquilidad después de todo el daño y dolor sufrido".
El Ministerio Público pedía para César Canales el presidio perpetuo, ya que anteriormente había sido condenado por delitos de robo, hurto, amenazas a gendarmes e infracción a la Ley de Armas.