El arzobispo de Concepción, monseñor Fernando Chomalí, manifestó su disposición a intervenir por la huelga de hambre que llevan cuatro miembros de la Coordinadora Arauco Malleco -incluido su líder, Héctor Llaitul-, quienes están recluidos en el Centro Penitenciario Biobío.
Cabe recordar que mantienen esa medida de presión hace 11 días en apoyo a otro grupo de la CAM que lleva una huelga de hambre líquida en Valdivia, con el fin de que Gendarmería acceda a trasladarlos a la Cárcel de Temuco.
"Estoy abierto a acoger todas las solicitudes que se me hagan, vengan de quien vengan, porque todos los seres humanos tienen derecho a generar todas las instancias que les parezcan pertinentes para tener mejores condiciones de vida", expresó.
Chomalí precisó que "en este minuto no he recibido ninguna llamada, pero por supuesto que estoy muy atento, sobre todo a los procesos políticos que están viviendo Chile, que son tremendamente complejos, y al mismo tiempo, tremendamente interesantes".
El arzobispo agregó que no ha estado en contacto ni con Llaitul ni con sus cercanos desde que entró a prisión preventiva.
Si su oferta es acogida, no será la primera vez en que participa de esa manera en un conflicto similar, pues jugó un rol clave para permitir que Llaitul recibiera el beneficio de libertad condicional durante su pena anterior, que cumplió en la Cárcel de Concepción.
En ese entonces, Gendarmería solicitaba que el líder de la CAM tuviese un lugar fijo donde trabajar, y el religioso le ofreció un puesto en el mismo Arzobispado de Concepción, en su calidad de trabajador social.