Un repelente y un insecticida contra plagas hecho a partir de algas chilenas, son los bioproductos desarrollados por un grupo de investigadores del Centro de Biotecnología de la Universidad de Concepción en estrecha colaboración con diversas empresas forestales.
Se trata de una elaboración pensada para la industria maderera, específicamente para las áreas de exportación de madera aserrada de pino y plantaciones de eucalipto.
Comienzo
Todo partió cuando científicos de dicha casa de estudios identificaron la necesidad urgente de control para una importante plaga que afecta al pino radiata, que representa a más de un 60 por ciento del cultivo de especies forestales en nuestro país. El gran causante de este problema: el Hylurgus ligniperda, o más conocido como el escarabajo de la corteza del pino.
El director del proyecto, doctor Regis Le-Freuve, explicó que el coleóptero "ataca la madera aserrada, generando -además- un grave problema fitosanitario, ya que su presencia en los embarques a países como Estados Unidos genera un inmediato rechazo y devolución de los productos. Adicionalmente, esta especie también provoca mortalidad de plantas de pino radiata, especialmente en el primer año de la plantación".
Según Le-Freuve, hasta ahora, las estrategias de control de plagas para estos casos se basan en "la captura mediante trampas (feromonas) en aserraderos y puertos para monitorear su presencia en la madera de exportación".
Adicionalmente se abordó otro problema importante en el caso de Eucaliptus globulus en plantaciones. Acá es Gonipterus platensis, también conocido como gorgojo del eucalipto, el que genera severos daños al consumir las hojas, generando pérdidas en el rendimiento de las plantaciones forestales de la especie.
Resultados esperados
El proyecto, con presupuesto del Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondef), seleccionó extractos algales con propiedades insecticidas y repelentes, pero inocuos para los árboles en que se aplican.
Además, se determinaron los niveles de toxicidad de los extractos contra los insectos, validándolos en ambientes controlados.
"Se extrajeron algas del mar. Luego, vino un proceso de extracción y fraccionamiento de los miles de compuestos diferentes que se pueden encontrar en ellas", explicó Regis Le-Feuvre, agregando que "se realizaron bioensayos para ver cuáles de estos compuestos podrían tener efectos, con lo cual finalmente seleccionamos una combinación entre alga y solvente para la extracción que nos da resultados muy promisorios".
En resumen, lo que logró el equipo de trabajo es que el gorgojo muriera en medio de la planta con una letalidad de prácticamente el 100%. Asimismo, mientras que el escarabajo se alejara de la madera aserrada de pino al menos en un 70 por ciento, tras la aplicación de esta nueva herramienta.
Ambos extractos se pueden aplicar con las mismas maquinarias que ya están disponibles en la industria: rociadores especializados, como los que se utilizan para fumigar, protegiendo el área que se desea evitar que tenga insectos.