El sistema de agua potable rural está contaminado por una fuente no precisada.
La autoridad sanitaria prohibió el uso del elemento para consumo humano.
Este viernes se realizarán contra muestras para determinar si la contaminación aún persiste.
La presencia de arsénico, metal pesado cancerígeno, detectado en el agua que se extrae de un pozo que abastece el sistema de agua potable rural del sector Tres Rosas de Santa Juana, mantiene a 29 familias sin poder tener acceso a este elemento de manera habitual, siendo esto posible hoy sólo a través de camiones aljibes.
El cambio del color del líquido fue la primera alerta. Jéssica Guzmán, vecina del sector, dijo que "el agua empezó a salir sucia, turbia, a cinco u ocho vecinos primero, pero ahora nos sale a los 29, entonces queremos una solución".
Günter Silva, presidente del comité APR Tres Rosas, explicó que los niveles de arsénico por primera vez "salieron altos y (el agua) la consumimos las 29 familias y ahora lo que queremos es una solución, estanques para las 29 casas que hay y más agua potable, es poca la que hay".
Detección del problema
Sólo el cambio de coloración del agua permitió el arribo de la autoridad sanitaria, pues no es habitual que esta situación ocurra en zonas del sur del país y de momento se desconoce la fuente contaminante.
Héctor Muñoz, seremi de Salud del Biobío, explicó que "antes del tratamiento se detectaron niveles (de arsénico) que estaban sobre la norma y después del tratamiento no, pero si había un color amarillento característico, por eso se va a contramuestra el viernes, la idea es que pueda seguir funcionando, corriendo el agua como nos explicaban los equipos técnicos para, bajo las mismas condiciones de posible uso, ver cómo son los niveles de arsénico".
Ante el riesgo, agregó, "por precaución se tomó la decisión que no se use para consumo humano".
Ana Albornoz, alcaldesa de Santa Juana, expuso que "lamentablemente perjudica la salud de nuestros vecinos y vecinas; que se haya encontrado arsénico es un caso muy inusual", ya que de acuerdo a la Seremi de Salud, "no se había visto en esta provincia una situación así, generalmente se ve en el norte del país".
"Nos preocupa sobre todo el tema de que nuestros vecinos no puedan acceder a esta agua para consumo, ni tampoco para lavado de ropa o desechos domiciliarios", agregó la jefa comunal, y por ello, "se hizo una solicitud para estanques pero mientras tanto están sin agua potable y once familias están en una situación crítica; por esto vamos a solicitar el aumento de la dotación de camiones aljibes".
Sobre esta petición, el Gobierno abrió una licitación de emergencia y Patricio Kuhn, intendente del Biobío, informó que "el camión aljibe está en fase de adjudicación para los próximos días y contempla además la sanitización y limpieza del estanque del agua potable rural del sector para enfrentar el difícil momento que viven estas 29 familias".
