"Era necesario" reconoció la fiscal regional del Biobío.
Sergio Mardoff padre agradeció el gesto de la jefa del Ministerio Público.
La cuenta pública de la fiscal regional del Biobío estuvo marcada por su petición de disculpas.
La fiscal regional del Biobío, Marcela Cartagena, en su cuenta pública pidió disculpas a la familia Mardoff por la cadena de errores en la causa que investiga la desaparición y muerte de Sergio Mardoff Peirano, cuerpo que estuvo tres años en el Servicio Médico Legal de Concepción mientras la búsqueda e incertidumbre continuaba.
La jefa del Ministerio Público en el Biobío dijo que "lo importante, más allá de lo que digamos es lo que hemos hecho, y hemos hecho cuestiones en general para que esto no nos pase de nuevo, y en lo específico para dar a esta investigación la excelencia que se merece".
Consultada sobre si era necesario pedir perdón, respondió que "era necesario hacer lo que hicimos".
"Nunca hemos eludido un problema, nunca hemos faltado a la verdad ni hemos tratado de exculparnos en otras personas o instituciones. De eso hicimos un resumen hoy día", recalcó.
Sergio Mardoff padre: "Es positivo"
Palabras que fueron bien recibidas por Sergio Mardoff padre quien dijo que "en realidad son meritorias, al respecto, reconocerlo es lo mejor que puede hacer una institución, reconocer sus errores y tratar de enmendarlos, lo encuentro positivo de parte de la fiscal regional reconocer todos los errores que se cometieron".
Agregó que "lo más importante es tratar de enmendarlos y sancionar a las personas que cometieron estos errores, entonces esperamos que la investigación siga su curso como corresponde".
El caso de Sergio Mardoff Peirano quedó al descubierto en octubre de 2018 cuando la familia se enteró de manera informal que los restos del joven estaban desde el 2015 en el Servicio Médico Legal.
Mardoff desapareció en 2005, y 13 años después, cuando se supo el lugar en que fueron levantados los restos inicialmente, la PDI en un nuevo rastreo encontró el cráneo, los documentos y un bolso que pertenecían al joven, a la altura del kilómetro 37 de la Ruta de la Madera, en el camino a Santa Juana.
