El tribunal de familia consideró suficiente el derecho a la identidad e interés superior del adolescente.
Durante el juicio se ventiló una serie de discriminaciones sufridas en su corta vida.
A nivel nacional se han dictado ocho sentencias favorables a cambios de nombre y sexo registral.
Un adolescente de 16 años oriundo de Tomé, es el primero fuera de Santiago, que pudo cambiar su nombre y sexo registral luego que el tribunal de familia de esa ciudad acogiera la solicitud.
Un adolescente de 16 años de Tomé se convierte en el primero en regiones fuera de Santiago, en acceder al cambio de nombre y sexo registral del país, luego que el Juzgado de Familia tomecina acogiera su solicitud fundada en identidad de género y apoyo familiar @Cooperativa pic.twitter.com/Uo33mguNz4
— Cristofer Espinoza (@CEspinozaQ) January 18, 2020
El fallo señala que "fue determinante al momento de valorar la prueba, principalmente en relación al derecho de autonomía progresiva, derecho a la identidad e interés superior del adolescente y porque se evidenció la falta de injerencia del padre, madre u otras personas, en la voluntad expresada por el adolescente".
Agrega que "los elementos probatorios de la causa, se refieren al informe psicológico del adolescente, emitido por psicóloga de un dispositivo de salud de la comuna, quien informó de la historia vital del adolescente que hacían plausible la petición, como además, informe educacional del adolescente, en el que se desprendía la disposición por parte de su comunidad educativa en orden a que el adolescente fuese tratado e individualizado conforme a su identidad de género".
La jueza de familia de Tomé, Paula Mella, explicó que "fundó su solicitud en que el adolescente desde larga data presentaba una afectación emocional, puesto que no era individualizado ni tratado conforme a su identidad de género en los distintos aspectos de su vida, tanto educativa, social y médica".
De las 33 solicitudes presentadas en el país, se dictaron ocho sentencias: dos en el Segundo y Cuarto Juzgado de Familia de Santiago, respectivamente; uno en el Juzgado de Familia de Colina, a las que se suma la resolución de Tomé y las dictadas, posteriormente, en Viña del Mar y Ancud.
