Ante la toma de las dependencias de rectoría, realizada esta mañana, la Universidad de Concepción declaró su "absoluto rechazo a todo acto de violencia como instrumento de presión para la obtención de cualquier fin".
Mediante un comunicado, la oficina del rector Carlos Saavedra declaró que la Casa Enrique Molina Garmendia, sede ocupada por estudiantes que exigen que la institución retire la querella contra los 12 imputados por daños y destrozos al interior del campus en el marco del estallido social a principios del 2020, "es un edificio patrimonial, cuyas características históricas y solemnes son reconocidas a nivel local y nacional, por lo que su resguardo constituye un deber no sólo de quienes estudian o trabajan en esta Casa de Estudios, sino que también de toda la comunidad".
"Reiteramos nuestro rechazo y levantamos profundamente este tipo de presiones violentas que vulneran los derechos de todas y todos, ponen en riesgo la integridad física de quienes trabajan en los espacios ocupados y atentan contra el patrimonio de la Universidad y de toda la ciudadanía", indicó el documento.
"Nos parece en extremo injusto que, en febrero de 2020, nuestra institución y comunidad UdeC hayan sido fuertemente agredidas en más de 10 oportunidades y hoy la misma Casa de Estudios vuelva a padecer un acto irracional como forma de resolver este conflicto", añadió.
En ese contexto, las autoridades universitarias recalcaron que estarán "siempre disponibles para conversar y escuchar a toda persona", por lo que lamentan que "haya quienes consideran la ocupación ilegal de las dependencias de rectoría como una vía legítima para sostener algún tipo de diálogo".
GOBIERNO: "LA VIOLENCIA NO DEBERÍA QUEDAR IMPUNE"
Desde el Gobierno, el delegado presidencial de la Región del Biobío, Patricio Kuhn, defendió en Cooperativa que "las personas que cometen delitos no pueden quedar impunes, más aún en un caso como este, donde es simbólico el lugar donde ellos han hecho daño, el campus de la Universidad de Concepción, que es un hito, un patrimonio no sólo cultural de la universidad, sino que también de la ciudad y del país".
El vandalismo contra la universitaria penquista "nos parece de la mayor gravedad y esas personas no deberían quedar impunes", añadió.