Una agrupación de agricultores acusó a un empresario de usurpar aguas del Río Claro en Talca, en la región del Maule, caso cuya formalización terminó sin acuerdo reparatorio entre las partes este fin de semana y se suspendió condicionalmente el procedimiento.
Sobre el empresario Carlos Capurro, de 57 años, pesa una querella por usurpación de aguas desde el mencionado río por parte de la Asociación de Regantes y varios vecinos. Lo responsabilizan de extraer el recurso desde dos pozos que fueron excavados en su predio, generando una serie de prejuicios al regadío agrícola.
El abogado defensor, Jorge Bofil, aseveró que la Contraloría entregó antecedentes falsos y que "ellos sostienen infundadamente y, de hecho, falsearon antecedentes en la misma querella de que tendrían informes de que las aguas que se extraen, mediante pozos que construyó don Carlos, serían aguas superficiales y, por tanto, afectarían lo intereses de los regantes de más abajo. Ese informe no existe".
Para el Ministerio Público, se está infringiendo el Artículo 459, inciso 1, del Código Penal donde se especifica usurpación de aguas en que estaría incurriendo el empresario.
Por su parte, el vocero de la fiscalía, Eduardo Jara, describió que "sin contar con las autorizaciones administrativas, construyó y ha hecho operar dos pozos profundos que se encuentran, aproximadamente, a 25 metros de la ribera del Río Claro y se encuentra establecido por informes de la Dirección de Aguas de que el uso de estos pozos, en definitiva, disminuye el caudal".
Al no existir acuerdo entre las partes, el Tribunal de Talca fijó en cinco meses la investigación para intentar un acuerdo reparatorio o bien, para que la fiscalía fije acuse y fije fecha para el juicio oral en lo penal.