Los consejeros regionales de la UDI y la Democracia Cristiana entraron en la polémica que involucra al seremi de Salud de la región del Maule, Hans Lungentrass, quien enfrenta una acusación de persecución laboral que motivó que la CUT regional solicitara al intendente que se haga parte de las investigaciones.
Al seremi se le acusa de haber enviado correos con instrucciones para calificar negativamente a funcionarios, con el fin de forzar un eventual despido de éstos a fin de año.
Para Carlos Valenzuela, consejero UDI por Constitución, lo denunciado son "acusaciones graves que deben ser clarificadas" por el intendente Rodrigo Galilea, con lo cual respaldó lo solicitado por la entidad multisindical.
A su juicio se deben repudiar estos hechos sea quien sea quien esté en el Gobierno, ya que si "perjudican a la gente, hoy día no podemos tirar la piedra y esconder la mano, hoy día hay que enfrentar las acusaciones".
"Una persecución horrible"Desde la DC, el consejero por Linares, Pablo Gutiérrez, acusó a Lungentrass de dedicarse "mañosamente a despedir funcionarios" y ser responsable de mantener "una persecución horrible dentro del servicio".
Gutiérrez apuntó a que "en más de una ocasión" se ha solicitado la presencia del seremi en el Consejo Regional, "el cual ya está claro por qué no viene, sabe que tiene una serie de irregularidades y que tiene un ambiente laboral absolutamente hostil entre los propios funcionarios".
"La necesidad que tenemos de mejorar la entrega del servicio de Salud involucraría que contratáramos más personal, pero qué se ha hecho, se ha reducido. Para nosotros es un hecho tremendamente preocupante", reconoció el consejero.
En tanto, desde el Gobierno el vocero regional, Cristián Garrido, insistió en que hay que esperar el término de la respectiva investigación.