La Corte de Apelaciones de Talca estableció que la planta faenadora de cerdos de la Empresa Agrícola Coexca S.A en la comuna de San Javier, Región del Maule, vulnera el derecho fundamental, garantizado en la Constitución, a vivir en un medio ambiente libre de contaminación.
En un fallo unánime, el tribunal de alzada acogió el recurso de protección interpuesto por la sede regional del Instituto Nacional de Derechos Humanos contra la empresa.
En base a los antecedentes provistos por la Superintendencia del Medio Ambiente, Carabineros, la Posta Rural de Caliboro, la Escuela Mariano Egaña de Ranchillo y la Municipalidad de San Javier, la Corte dictaminó que en la zona se registran olores, de diversa intensidad, no naturales, que "provocan diversos malestares físicos a los vecinos del sector", situación que ya había denunciado la comunidad san javierina.
La planta de porcinos "afecta el derecho a vivir en un medio libre de contaminación, ya que la presencia de aquellos olores afecta el medio ambiente, y de manera consecuencial, la calidad de vida de los vecinos del sector, que no obstante ser rural, deben convivir con un entorno afectado y enrarecido por la actividad industrial, que genera esos hedores e insectos indeseables, como las moscas", sostiene el texto.
El tribunal estableció también que "los incumplimientos de Coexca S. A., que provocan la existencia de malos olores, así de vectores sanitarios, constituyen actos ilegales", apuntando que estos últimos radican en "su falta de cuidado en las labores de manipulación de los residuos producidos por su actividad industrial".
En ese marco, en el fallo le ordena cumplir estrictamente las obligaciones contenidas en el permiso ambiental correspondiente, apegándose a las limitaciones, requisitos y procedimientos autorizados en plazo de 30 días para poner término a la afectación del derecho vulneradoél, y le dio un .
Un "logro" para los vecinos de San Javier
La jefa regional del INDH en el Maule, Nadia Gutiérrez, valoró la decisión como "un logro significativo para la comunidad, que ha venido denunciando que la contaminación que provoca la empresa es permanente en el tiempo".
La planta de cerdos de Coexca ha estado en la polémica en los últimos meses, luego de que el pasado 17 de septiembre recibió la aprobación, a puerta cerrada, de la Comisión de Evaluación Ambiental del Gobierno para ampliar los pabellones y operar con biodigestores, lo que provocó indignación en los vecinos.
Posterior a eso, el 2 de octubre, la Superintendecia del Medio Ambiente formuló cargos contra la empresa por cinco faltas, dos de ellas graves, entre esas "la construcción y operación de un sistema de tratamiento de purines en forma previa a la obtención de la Resolución de Calificación Ambiental".