A pocas horas de la conmemoración de los 10 años del terremoto y tsunami del 27-F, los recuerdos de los héroes anónimos siguen apareciendo en Constitución, Región del Maule.
Un total de 102 personas perdieron la vida aquella madrugada y otras 10 aún se encuentran desaparecidas en la ciudad costera, pero pudieron haber sido muchas más si no se hubiera producido una reacción solidaria y valiente de hombres y mujeres cuyos nombres permanecen desconocidos.
Isla Orrego es recordada por ser el sector que cobró más víctimas tras el paso de la tercera ola, de ocho metros de altura, que acalló para siempre los gritos de cientos de personas que esperaban allí, como cada año, el fin de la "Semana Maulina", en un ambiente de festividad que terminó abruptamente tras el megasismo.
"Pensé en arrancar, pero no pude"
Sin embargo, a menos de un kilómetro de aquel lugar, y bajo el puente Cardenal Silva Henríquez, se encuentra la Isla Cancún, conocida popularmente como la "Isla de los Perros", donde otro ciento de personas esperaban el mismo cierre del verano.
"Fueron más de 60 las personas que saqué -en tres viajes de cerca de 20 personas- en un bote que habíamos comprado para esa fecha... Saqué a mi familia primero y, como otras personas, pensé en arrancar, pero no pude y me devolví a buscar a los demás que gritaban al otro lado", cuenta una década después de aquella fatídica madrugada Héctor González, hoy de 56 años.
"Igual se me murió gente; no pude sacarlos a todos, porque el río se recogió y quedó puro fango en ambas orillas... Ahí nos demoramos, un poco y no pudimos sacarlos a todos", lamenta.
"Se me murieron como 10 personas ahí. Otras se salvaron porque se subieron a los árboles... Un sobrino que me vino a ayudar también murió, se perdió cuando entró la ola entre autos que venían con luces encendidas, incluso arrastrados por el río, con botes, lanchas y gente, fue terrible", rememora en conversación con Cooperativa Regiones.
"Me arrastró el agua y terminé en un cerro"
"Antes de que entrara la ola más grande al río se veía clarito todo por la luna, se escuchaban los gritos de la gente y se veían los celulares encendidos en la Isla Orrego. Yo logré dejar a la última gente en la orilla y el agua me arrastró con bote y todo... Terminé en un cerro en la isla, pero con vida", dice este padre de dos hijos en ese entonces.
"Saqué a más de 60 personas y nunca se me hizo un reconocimiento en Chile ni en Constitución... Ni a ceremonias me han invitado. De Indonesia me hicieron un reconocimiento y hasta una plata me pasaron, pero acá nada", explica, con amargura.
Este 27 de febrero está programada una liturgia a las 00:30 horas frente a Isla Orrego, y luego una Homilía en el Memorial de las Víctimas del 27-F, donde se recuerdan con campanadas a los 102 fallecidos y 10 desaparecidos.