El canciller argentino, Felipe Solá, dijo este miércoles que Chile manifiesta "una vocación expansiva que la Argentina rechaza" con su decisión de fijar su plataforma continental en una zona que se superpone con los límites fijados por el país trasandino.
En una presentación ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Solá aseguró que "lo que está en juego" son 5.000 kilómetros cuadrados de plataforma continental argentina "inobjetables" según la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR) y 25.000 kilómetros cuadrados de lecho y subsuelo marino que forma parte del patrimonio de la humanidad y "que Chile con este decreto intempestivo apropia".
La controversia bilateral se originó a partir de una medida del Gobierno chileno relativa a sus espacios marítimos adoptada el pasado 23 de agosto.
El decreto chileno, publicado en el Diario Oficial, establece un actualización de los límites marítimos, para "determinar con mayor precisión los puntos de base normal de las Islas Diego Ramírez".
Según el Ejecutivo argentino, esa medida pretende proyectar la plataforma continental chilena al este del meridiano 67º 16' 0, lo cual, a juicio de Buenos Aires, "claramente no condice" con el Tratado de Paz y Amistad celebrado entre ambos países en 1984.
El límite exterior de la plataforma continental argentina en esta zona quedó establecido mediante una ley aprobada en agosto de 2020 que recoge la presentación efectuada por el Gobierno argentino ante la Comisión de Límites de la Plataforma Continental (CLPC).
Según recordó el Gobierno argentino, esa presentación se ajustó "en todo" al Tratado de Paz y Amistad de 1984 y fue aprobada sin cuestionamientos por la CLPC con los efectos de establecer un límite marítimo definitivo y obligatorio de conformidad con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar).
Solá indicó que "la aspiración" de Chile contradice la letra y el espíritu del Tratado de Paz y Amistad de 1984, en particular de su artículo 7, y manifiesta "una vocación expansiva que la Argentina rechaza".
Por su parte, desde el Gobierno chileno, el ministro de Relaciones Exteriores, Andrés Allamand, declaró que "no concuerda" con la cancillería argentina sobre esta acusación y abogó por el diálogo para resolver la diferencia.
SIN OBJECIONES
El canciller argentino recalcó que "la conducta" de Chile entre 1984 y 2020 "resulta plenamente concordante" con la interpretación argentina del Tratado de Paz y Amistad, ya que dispuso de numerosas oportunidades tanto a nivel bilateral como multilateral para expresar su desacuerdo, pero "en ningún momento" hizo planteo alguno que "siquiera se parezca al actual".
El director general de Consejería Legal Internacional de la Cancillería, Holger Federico Martinsen, dijo que fue el año pasado que Chile presentó dos notas "objetando la plataforma argentina por primera vez".
El Gobierno chileno ha asegurado que en reiteradas oportunidades cuestionó la presentación argentina.
NEGOCIACIONES
El canciller argentino destacó que "no hay otra manera de tomar esto que no sea negociaciones bilaterales y/o laudos de un tribunal arbitral. No existe una tercer manera".
Solá señaló que el mecanismo de solución de controversias aplicable a este caso está previsto en los artículos 5 y 6 del Tratado de Paz y Amistad de 1984.
Recordó que Chile en 1997 presentó una declaración "excluyendo" los mecanismos compulsivos de solución de controversias previstos en la Convemar con relación a las disputas concernientes a la delimitación de zonas marítimas, "entonces a Chile le queda el tratado de Amistad, no recurrir a la Convemar".