El ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, aseguró en Cooperativa que la idea de demandar a Bolivia por el uso de las aguas del río Silala fue para "sorprender y anticiparse" a una nueva acción boliviana en La Haya.
Muñoz resaltó que la idea de este litigio viene de la Cancillería y "del análisis de la realidad" y recordó que Bolivia amenazó con demandar a Chile por el curso de agua y luego confirmó que lo haría, aunque supeditó la fecha a varios plazos.
"Le propusimos a la Presidenta (Michelle Bachelet) que teníamos una base muy sólida para nosotros demandar a Bolivia y tener certeza jurídica y además impedir la posibilidad de que Bolivia tomara alguna acción para impedir el flujo de las aguas hacia nuestro país", explicó el secretario de Estado en diálogo con Lo Que Queda del Día.
El canciller descartó que esta acción en La Haya -como se le ha criticado a Bolivia y su presidente Evo Morales en varias ocasiones- tenga por fin desplazar el foco de atención de la política interna nacional.
"Una demanda de esta naturaleza es una iniciativa seria que se tiene que manejar con profesionalismo", afirmó Muñoz y añadió que por ello "difícilmente se podría asociar la presentación de esta demanda a la situación de la política interna".
"Probablemente pensaron que nos íbamos a quedar sentados"
El ministro de RR.EE. dijo estar complacido con que no se haya filtrado ésta demanda porque "queríamos sorprender a Bolivia y anticiparnos, y no simplemente permanecer pasivos para que ellos nos demandaran".
"Aquí estamos nosotros salvaguardando nuestros intereses y pidiéndole a la corte que declare, uno, que este es un río internacional y, dos, que como corresponde en el derecho internacional para los cursos de agua que son transnacionales, que su uso sea equitativo y razonable".
Muñoz insistió en que "más que sorprender queríamos anticiparnos y tomar la iniciativa" y que la hasta ahora escueta réplica de Bolivia se debe a que pensaron que Chile iba a "quedarse sentado".
"Creo que han quedado sorprendidos porque pensaron, probablemente, que nos íbamos a quedar sentados esperando que nos demandaran nuevamente en La Haya. Probablemente eso ha causado desconcierto, pero no soy yo el que tiene que responder por el lado boliviano", manifestó el canciller chileno.
Finalmente, respecto de las críticas por tener ahora dos procesos en La Haya, uno por la demanda marítima y el otro por el uso del Silala, el ministro señaló que estos son "dos caminos paralelos" que no se van a tocar ni sobreponer.
