La mañana de este miércoles en La Haya, el canciller Heraldo Muñoz y el agente chileno ante la demanda boliviana, José Miguel Insulza, entregaron la contramemoria ante la Corte Internacional de Justicia por la aspiración de Bolivia de una salida soberana al Océano Pacífico.
Sobre la presentación, el canciller Muñoz afirmó a Rafael Pardo, enviado especial de Cooperativa, que "hay satisfacción por parte del equipo chileno, que ha sido dirigido por el agente José Miguel Insulza, por nuestros dos coagente, pero además un equipo de abogados nacionales e internacionales que han producido, y yo he participado activamente en ese proceso, un documento sólido".
Según Muñoz, la contramemoria es "un documento contundente que tiene la argumentación histórica y jurídica para demostrar que los episodios de conversaciones diplomáticas con Bolivia no constituyen ninguna obligación de negociar".
"Eso ha quedado muy bien establecido desde el punto de vista histórico porque hemos abordado algunos episodios que están en la memoria boliviana para dejar de lado cualquier compromiso que se hubiese asumido, porque cualquier compromiso tiene que ser específico, tiene que ser una intención explícita y, además, no puede ser abierta en el tiempo", detalló el titular de Relaciones Exteriores.
De acuerdo a lo expresado por el canciller, en la presentación se dejó de lado "cualquiera cuestión respecto a sesión de soberanía por parte de Chile, porque eso quedó ya dejado de lado en la objeción preliminar, cuando la Corte dijo que este caso es sobre si existe o no una obligación de negociar".
"Hemos cumplido con lo fundamental, que es responderle a Bolivia respecto a su demanda, en un caso que ha cambiado de naturaleza y que se ha alejado de la pretensión original de Bolivia, que era buscar soberanía a cambio del tratado de 1904", enfatizó el secretario de Estado.
"Los jueces van a encontrar en nuestra contramemoria una clarificación de los hechos históricos, particularmente de aquellos que llevaron a la Guerra del Pacífico, de modo que la presentación interesada de la historia sea corregida mediante hechos y de registros históricos diversos, no solo de fuentes chilenas, la narrativa histórica va a quedar bien establecida", concluyó Muñoz.
En tanto, el ex ministro Insulza explicó al enviado especial de Cooperativa que "fue necesario hacer estudios, con abogados del más alto nivel internacional, respecto de en qué consiste la obligación de negociar, cuáles son los contenidos de la obligación de negociar".
"La pretensión boliviana que nosotros en algún momento a lo largo de los últimos 110 o 120 años hemos realizado una promesa jurídicamente obligatoria de negociar una salida soberana al mar para Bolivia, pero la argumentación nuestra tiene que ser histórica, en el sentido de lo que pasó en cada uno de los hechos que Bolivia enumera en su memoria", añadió el agente ante el tribunal internacional.
"No hay conversaciones pendientes"
Según Cancillería, el documento entregado en Holanda argumenta que "Chile no tiene la obligación de negociar con Bolivia", porque "no hay conversaciones pendientes" entre ambos países, ya que "todas fueron finalizadas en su tiempo" y la mayoría de ellas "fueron cerradas por el gobierno boliviano".
Además, la contramemoria remarca que "Chile siempre ha tenido la voluntad de diálogo y ha ofrecido restablecer relaciones diplomáticas sin condiciones", lo que "no ha sido acogido por Bolivia".
En tanto, el coagente chileno Claudio Grossmann en conversación con Cooperativa señaló que destaca "la contundencia y la coherencia de la presentación chilena".
"Lo importante siempre dar respuestas a lo que el otro dice, tomar cada uno de los argumentos, responderlos y ofrecer una visión alternativa, en este caso es la de un país respetuoso del estado de derecho que no acepta la desvirtuación de lo que han sido conversaciones de carácter político que siempre los vecinos tienen que tener", agregó el abogado.
"Transformar eso en obligaciones de carácter jurídico tiene efectos muy serios, no sólo en la relación Chile-Bolivia sino en el sentido de desnaturalizar, de restringir tremendamente el dialogo entre los países", concluyó.
Agente boliviano: "Tenemos una postura muy clara"
En la parte boliviana, el agente Eduardo Rodríguez Veltzé comentó a Cooperativa que "tenemos una postura muy clara sobre nuestra demanda, los derechos para lograr una acceso soberano a partir de la obligación de negociar a través de la evidencia y las pruebas que han sido oportunamente presentadas y que se evaluarán, en su tiempo, por la Corte, a través de la presentación de las memorias".
"Eventualmente insistiremos en nuestra segunda etapa y las alegaciones orales. A mi me toca simplemente insistir en la coherencia, en la nitidez de los derechos bolivianos sobre la obligación de negociar que concurre en este caso por las sucesivas y conocidas actuaciones, intercambios y ofertas que en su tiempo hizo Chile, lo cual marca un ámbito en el cual creo que tendremos la razón por parte de la Corte", agregó el agente boliviano.
"Bolivia ha acudido a una corte internacional, parte del sistema de Naciones Unidas, que ha sido creada precisamente para resolver las disputas entre los Estados de una manera pacífica y con base en los desarrollos del derecho internacional", aseveró Rodríguez Veltzé, quien enfatizó que confian en las decisiones del tribunal.
Rodríguez Veltzé dijo que lo más probable es que de aquí al viernes ya estén notificados y reciban las copias de la contramemoria, conforme lo estipula el reglamento de la Corte.
La embajadora de Chile ante los Países Bajos, María Teresa Infante, sostuvo que "el documento que se ha entregado refleja un trabajo actual en la materia, que es la defensa de Chile, pero también de un pasado del cual podemos estar bastante orgullosos".
"Nuestro país ha reflejado en los escritos un trabajo diplomático muy sólido, bien razonado, que no tiene nada que ocultar en materia de derecho internacional", agregó Infante.