El Presidente chileno respondió enfáticamente a las palabras de Evo Morales.
Chile tomará medidas si Bolivia busca soluciones fuera del derecho, agregó el Mandatario.
Una dura respuesta emitió el Presidente de la República, Sebastián Piñera, al discurso del mandatario boliviano, Evo Morales, quien en la reunión de la Celac-UE acusó a Chile de no cumplir los tratados existentes entre ambos países e insistió con su petición de una salida al mar para su país.
Ante el ofrecimiento de un intercambio de gas por mar planteado por Morales, el Mandatario chileno respondió que los temas de soberanía no se negocian por intereses económicos.
"Hay algo en lo que quiero que no se equivoque, presidente Morales: Los temas de soberanía no se negocian por intereses económicos; son un tema para Chile y para la inmensa mayoría del mundo algo muy sensible. Usted habla de Cobija, Antofagasta: le quiero decir lo que dije cuando yo era candidato y le he dicho a usted tantas veces: Chile no está dispuesto a cortar o dividir su territorio", afirmó Piñera.
El Presidente agregó que "si usted quiere encontrar soluciones dentro del respeto a los tratados y el derecho internacional se va a encontrar la mejor disposición, pero si quiere encontrar soluciones fuera del respeto al derecho internacional, naturalmente que Chile va a tomar las medidas necesarias dentro del derecho internacional para que ese tratado se cumpla".
Piñera le dijo a Morales "hay que hablar claro y con la verdad". Y le expuso que discrepa en la calificación de el tratado como "injusto e impuesto".
"Chile tiene una larga tradición de cumplimiento de sus tratados, Chile cumple sus tratados y es natural que le pida a usted que cumpla los tratados que su país firmó, que son plenamente válidos y vigentes", dijo el mandatario chileno.
"Los tratados se pueden perfeccionar y el Tratado de 1904 lo perfeccionamos el año 1907, pero de común acuerdo. Un tratado no se puede modificar por la voluntad de sólo una de las partes", agregó Piñera.
El Mandatario llamó a Evo Morales a "terminar el diálogo de sordos" entre Bolivia y Chile, subrayando que su posición en este tema es "clara, franca y constructiva".
