El Presidente Gabriel Boric viajará este lunes a Brasil para participar en la cumbre sudamericana promovida por su par, Lula da Silva, que busca volver a impulsar la integración regional.
La cumbre se realizará el martes en Brasilia, donde participarán, además del país anfitrión, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.
Sin embargo, Perú será el único país de la región que no estará representado a nivel presidencial en la cumbre regional que se celebrará el próximo martes en Brasilia y que busca volver a impulsar la integración regional, informó este viernes el Gobierno brasileño.
La presidenta peruana, Dina Boluarte, quien no puede salir del país sin autorización parlamentaria, estará representada en Brasilia por el presidente del Consejo de Ministros, según informó la cancillería brasileña.
La cumbre tiene como "objetivo principal retomar el diálogo" entre los países de la región, "que no se reúnen hace muchos años", según explicó la secretaria para América Latina y Caribe de la Cancillería brasileña, Gisela Padovan.
Brasil desea que este diálogo sirva para discutir la posibilidad de "volver a contar con un mecanismo de integración puramente sudamericano", que sea "permanente, inclusivo y moderno" e incluya a los 12 países de la región, independientemente del color de su Gobierno.
Padovan recalcó que "es muy importante" que el mecanismo de integración no sea "fraccionado", marcando distancias con organismos impulsados en las últimas décadas como el Prosur o Unasur, un organismo que está "paralizado", aunque Brasil y Argentina acaban de volver a integrarse en él.
"El mundo de hoy tampoco es el mundo en el que la Unasur fue concebida. Los desafíos son otros, las visiones del mundo son otras", dijo la representante de la cancillería brasileña.
UNA CUMBRE DESESTRUCTURADA
La cumbre se desarrollará en un único día, con dos sesiones, una por la mañana en el que todos los presidentes harán un pronunciamiento inicial, y otra por la tarde, que consistirá en un diálogo "informal" entre los gobernantes.
Este formato, sin agenda estructurada, pretende fomentar que los presidentes hagan un intercambio de ideas con total libertad, para identificar los "denominadores comunes" que sirvan de base para retomar el proceso de integración.
Además, los presidentes pretenden abordar la posibilidad de poner en marcha proyectos de cooperación conjuntos, algunos de los cuales se podrían hacer "de forma inmediata".
Desde que asumió el poder el pasado 1 de enero, Lula se ha puesto como una de sus prioridades retomar la integración latinoamericana y volvió a incorporar a su país en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y en la Unasur, organismos que había abandonado en los últimos años.