Los familiares de Ronald Tejeda y Andrés Orellana aseguran que fueron drogados para cometer el ataque.
El primero, que ingresó a un hospital de Río de Janeiro con una hemorragia cerebral, falleció este miércoles.
La Cancillería tomó contacto con las familias de ambas víctimas a través del consulado en Río de Janeiro.
Las familias de dos jóvenes chilenos, Ronald Tejeda y Andrés Orellana, aseguran que durante sus vacaciones en Río de Janeiro, fueron drogados y asaltados mientras estaban inconscientes, y luego abandonados dentro de una zanja.
De acuerdo a un reportaje de Chilevisión, se les perdió el rastro por casi todo un día después de que decidieran ir a conocer el sector de Lapa, un barrio bohemio de la ciudad, donde tomaron unas cervezas. En ese sector, se encontraron con un grupo de personas, que presuntamente los drogó.
Patricio Rodríguez, uno de los mejores amigos de Ronald, señaló a 24 Horas que el último recuerdo de Andrés es que se trasladarían a otro lugar con estos individuos, "se suben a un Uber que llama un tercero, y de ahí no tiene ningún recuerdo más hasta que despierta en el pozo".
El relato de sus familiares complementa que, durante el trayecto, fueron atacados y abandonados en una zanja de cinco metros de profundidad, resultando con diversas lesiones que fueron tratadas en un hospital local. No obstante, Ronald falleció ayer miércoles, tras haber ingresado días antes con una hemorragia cerebral.
La hermana de la víctima fatal, Marta Tejeda, dijo a CHV que cuando los chilenos fueron hallados, "estaban sin conciencia, estaban desmayados", por lo que su versión es que "les colocaron algo en el trago y ya después de eso perdieron la conciencia".
"La primera información que tuvimos fue que los habían asaltado, que mi hermano tenía un golpe en la cabeza y que el amigo tenía perforado un pulmón", añadió la afectada.
Rodríguez añadió que en esa zona "normalmente drogan turistas y los dejan tirados en una calle hasta que despiertan, cinco horas después. En el caso de Ronald y Andrés, ellos son drogados, les roban de forma indefensa, desmayados, y después van a este sitio eriazo donde no circula gente. O sea, a ellos los encontraron de casualidad, podrían haber pasado meses sin encontrarlos".
La Cancillería de Chile informó en la víspera que tomó contacto con las familias de ambas víctimas a través del consulado en Río de Janeiro, además de las autoridades que llevan la investigación.
