Washington había advertido que la norma "tiene implicancias bajo la ley estadounidense y bajo la política estadounidense".
A través de un comunicado, Chile expresó su condena y molestia ante la aprobación en el Parlamento de Israel de una ley que impedirá la operación en ese país y en territorios palestinos de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA).
"El Gobierno de Chile condena enérgicamente la aprobación, por parte del Parlamento israelí (Knéset), de una legislación cuya entrada en vigencia impediría a la agencia UNRWA operar en los Territorios Palestinos Ocupados", dice la declaración.
La medida, aprobada por amplia mayoría, ha sido criticada por Estados Unidos, cuyo secretario de Estado, Antony Blinken, advirtió antes de la votación del lunes que la idea "tiene implicancias bajo la ley estadounidense y bajo la política estadounidense".
"La decisión del Parlamento israelí podría privar a millones de palestinos, especialmente mujeres, niños y niñas en Cisjordania, Gaza y Jerusalén Oriental, de acceder a la necesaria ayuda humanitaria", agregó la Cancillería chilena.
De acuerdo a Santiago, "una vez más vemos, con alarmante preocupación, que las acciones adoptadas por las autoridades de Israel transgreden el Derecho Internacional Humanitario y las medidas provisionales ordenadas por la Corte Internacional de Justicia".
"El Estado de Israel, al igual que todas las partes en el conflicto, tiene la obligación de garantizar y proteger la labor de todo el personal humanitario. Junto con un cese al fuego inmediato, es absolutamente necesario proteger y garantizar el trabajo de UNRWA, que tiene un mandato de las Naciones Unidas para llevar a cabo esta misión fundamental", concluye.
En tanto, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados de Palestina aseguró que se trata de uno más de "los continuos intentos de Israel de desmantelar la UNRWA", lo que constituye "una violación de las obligaciones de Israel como miembro de la ONU".
La agencia, que depende de la coordinación con Tel Aviv para su operación, e sindicada por el gobierno de Netanyahu y partidos de derecha como una organización que facilita las operaciones del grupo Hamas, y que además emplea a militantes de ese movimiento.
