El arzobispo de Concepción Fernando Chomalí relató el díalogo que sostuvo con el Papa Francisco con respecto al nombramiento de Juan Barros Madrid como nuevo obispo de Osorno y que pese a acusaciones por su cercanía con el procesado Fernando Karadima, no habían razones para marginarlo del cargo.
"No había motivo objetivo alguno para que no asumiera la diócesis", son las palabras de la máxima autoridad de la Iglesia Católica que recordó monseñor Chomalí, quien de acuerdo a lo expresado a el diario El Sur de Concepción, estuvo al tanto de los incidentes que provocó la llegada de Barros a Osorno.
Estaba "muy al tanto de la situación de monseñor Barros" e incluso el Papa había hablado con él, dijo el religioso quien sostuvo una audiencia privada con el sumo pontífice en El Vaticano el pasado 6 de marzo, ocasión donde le leyó un documento de 5 carillas con las "consecuencias del nombramiento".
Según reproduce El Mercurio, para la autoridad religiosa penquista, el Papa asumió la decisión "con firmeza y mucha convicción, me dijo que había analizado todos los antecedentes y que no había motivo objetio alguno para que no asumiera la díocesis".
Sobre su relación con Juan Carlos Cruz, una de las víctimas de abusos por parte de Fernando Karadima y que asegura que Juan Manuel Barros estaba presente al momento de ejecutarse las vejaciones, Fernando Chomalí dijo haber estado en contacto con él y le comunicó lo sucedido en la Santa Sede.
"Cuando supo de mi encuentro con el Papa, me envió un par de mails muy atentos y me llamó por teléfono. Le dije que al Papa le comuniqué las consecuencias que tuvo el nombramiento en Osorno con mucha franqueza", concluyó.