El cuestionado Eduardo Durán contó que recibe 30 millones de pesos al mes en diezmos.
Posee una cuenta corriente con 130 millones de pesos.
El obispo evangélico Eduardo Durán es acusado de enriquicimiento ilícito y es investigado por el delito de lavado de activos, por parte de la Fiscalía de Alta Complejidad en conjunto con la PDI.
Este lunes, el cuestionado líder religioso dio una entrevista a "Contigo en la mañana", de Chilevisión y aseguró tener 130 millones de pesos en su cuenta bancaria.
Ese fondo es una "reserva" para posibles emergencias. "La cuenta es mía. No es un tremendo saldo, ah. Es un saldo común y corriente, de unos 130 millones. Mantengo ese saldo por cualquier emergencia", dijo el obispo evangélico.
En la entrevista, Durán también contó que tiene un Mercedes Benz y que al mes recibe un diezmo de 30 millones de pesos. "No hablan de lo que el pastor realiza. Yo para vivir no necesito más de tres o cuatro millones", agregó.
Cuestionado por su vehículo, Durán dijo que "yo vivo en forma austera. Hay un hermano empresario que se compró un Mercedes y decide regalármelo en el año 2005. Ese auto se fue renovando, pagando la diferencia".
La respuesta
Ante estas declaraciones, el también obispo evangélico Emiliano Soto estuvo en Cooperativa donde se refirió al tema de las acusaciones y el estilo de vida de su investigado colega.
"Son dichos lamentables que ha tenido el obispo Eduardo Durán en relación a los ingresos que él puede tener de sus fieles. Él dirige una de las iglesias numerosas en Santiago y los hermanos le proveen", dijo en Una Nueva Mañana.
"La gente que está dentro de la iglesia lo da para Dios y el punto es que hay gente que se está avivando con los recursos y está dirigiendo de una mala forma. Hay una mala administración financiera", agregó.
Consultado si hay dolo en el hecho, Soto agregó que "se raya en el delito, la fiscalía está en una persecución del obispo por lavado de dinero, falta de tributación. Hay cosas que se están complicando y van en una línea de corrupción".
La versión de Durán:
La crítica de Soto:
