"Es considerada un trato cruel, inhumano, degradante", aseguró el presidente de Amnistía Internacional Chile, Roberto Morales, en Cooperativa.
"Lo que sentimos es que esto se ha ido dilatando de manera artificial", agregó.
"No se está y no se pretende que se obligue a las mujeres a realizar un aborto", aseveró.
El presidente de Amnistía Internacional-Chile, Roberto Morales, comentó en Lo Que Queda del Día de Cooperativa respecto al debate sobre el proyecto para despenalizar el aborto en tres causales -riesgo de vida de la madre, violación e inviabilidad del feto-, afirmando que "se ha ido dilatando de manera artificial".
Morales expresó que "en el derecho internacional está establecido pero diferenciado la protección al feto, al no nacido, y también a la mujer en este caso en particular".
"En ambos casos hay elementos de protección, pero hay un elemento diferenciador que genera mayor protección y se entiende que los derechos humanos de la mujer están por sobre los derechos humanos del no nacido, no indicando que están en contra, sino que tiene mayor prevalencia", indicó.
Incluso, dio cuenta que eso está en pactos que Chile ha suscrito y que "en algunos documentos es súper explícito, por ejemplo, en el tema de la violación en que se dice que el Estado que obliga a una mujer a tener un hijo producto de una violación es considerada un trato cruel, inhumano, degradante, equivalente a una tortura".
El Gobierno aseguró que el proyecto pondrá a Chile "al día", luego de que ayer miércoles el informe anual de Amnistía Internacional destacara la necesidad de acelerar el proyecto que el próximo martes vuelve a tramitarse en el Congreso.
Sobre la iniciativa, dio cuenta que "lo que sentimos es que esto se ha ido dilatando de manera artificial hasta llegar hoy en que siguen apareciendo propuestas distintas del mismo bloque de la Nueva Mayoría y no entendemos muy bien cuál es la estrategia que se sigue en término de políticos y si solamente estamos en presencia de dilatar una decisión que es muy importante no solo para las mujeres, sino que para nuestro país y la sociedad".
Aseveró que "es importante que todo el mundo entienda que la propuesta de ley que se está planteando lo que hace es entregar a la mujer la capacidad de decidir, no se está y no se pretende que se obligue a las mujeres a realizar un aborto".
"Por lo tanto, aquellas personas que por definiciones personales, religiosas o de otro tipo no quieren acceder a una aborto en estas tres causales, no lo hacen simplemente", sentenció.
