La experta, Rebecca Cook, profesora emérita, codirectora del programa internacional de derecho en salud sexual y reproductiva de la Universidad de Toronto, se refirió al aborto, a propósito del caso de una auxiliar de párvulos que admitió haberse inducido un aborto con misotrol y quedó detenida.
En diálogo con Lo que Queda del Día, la experta reafirmó que Chile es uno de los pocos países del mundo que mantiene penalizado el aborto en todos los casos.
"Chile es uno de los pocos países que restringe el aborto absolutamente, Colombia estaba en la misma situación de Chile antes del fallo del Tribunal Constitucional el año 2006 que liberalizó su ley sobre aborto", dijo Cook.
La académica añadió que "Irlanda incluso tiene una ley que permite el aborto para salvar la vida de la madre, ese podría ser el país más similar a Chile, pero Chile es una excepción muy notoria en cuanto a la restricción del aborto".
Además, aseguró que la mirada que hay en Chile respecto a contraponer los derechos del no nato con los derechos de la mujer, entre quienes rechazan y apoyan la interrupción del embarazo, es una mirada que se ha rechazado en varios países, en momentos en que se tramita la despenalización del aborto en tres causales.
"Ese acercamiento binario donde hay que elegir entre el derecho a la vida del no nacido o el derecho de la mujer, ha sido considerado y rechazado en varios países como Alemania o Portugal, porque han determinado que la mejor forma de enfocar el tema es a través de la mujer, no lo plantean como un derecho o el otro, la protección de la vida prenatal es un valor social muy importante y hay muchas maneras de protegerla de forma que sea consistente con los derechos de las mujeres", aseveró.
Asimismo, la experta sostuvo que una de las formas de aproximarse al controvertido tema del aborto es asegurando la separación entre la Iglesia Católica y el Estado.
"Me impresionó mucho cuando Michelle Bachelet dijo durante el debate del anticonceptivo de emergencia que uno no debería permitir que una mitad de la población le imponga las perspectivas religiosas a otra. Esa declaración resonó alrededor del mundo y fue replicada por The Lancet, una de las revistas médicas británicas más importantes", sostiene.
"Creo que quizás una forma de resolver la naturaleza controversial del aborto es asegurando esa separación de la Iglesia y el Estado. La gente que se opone al aborto, en términos de su ideología y religión, tienen derecho a sostener su perspectiva, pero en una sociedad como Chile, que es una sociedad moderna, el ejercicio de la tolerancia y la apertura es muy importante. Pensar en el principio constitucional de la separación entre la iglesia y el Estado puede ser una forma de evitar los aspectos más controvertidos del aborto", concluyó.