La 109 versión de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal realizó una firme defensa de la vida del que está por nacer y rechazó el proyecto de despenalización del aborto en tres causales, que son peligro de la vida de la madre, inviabilidad fetal y violación.
Eso sí, en el documento de conclusiones sostuvieron que "no constituye aborto la acción de suyo terapéutica para salvar la vida de una madre en peligro, cuando no busca eliminar directamente la vida de la persona concebida, aunque su muerte sea una posibilidad prevista, aunque no querida o buscada".
"Las tres situaciones que plantea el proyecto son excepcionales y dramáticas", pero que "el aborto en ningún caso aporta sanación a dichas vivencias traumáticas. El aborto nunca es terapéutico".
Los obispos también realizaron un llamado a los "legisladores cristianos", para que "aprueben leyes que respeten, favorezcan y promuevan la vida humana del que está por nacer en todas las etapas de su existencia" y que "les recordamos con fuerza su irrenunciable e inexcusable deber de promover leyes justas y de no colaborar con una ley de aborto, de suyo injusta e innecesaria en nuestro país".
"No cabe excusarse en el cumplimiento de un programa o plan, cualquiera sea este", plantearon en el texto.
Además, sostuvieron que "el legislador creyente católico no puede soslayar que un apoyo a este proyecto sobre despenalización del aborto derivará en graves consecuencias morales que afectarán el futuro de la Patria".
Llamado a quienes "promovían defensa de la vida"
El vicepresidente de la Conferencia Episcopal y obispo de Rancagua, Alejandro Goic, hizo un llamado a quienes antes promovían la defensa de la vida y la dignidad de los perseguidos políticos.
"Invitamos tanto a quienes ayer promovían junto a la Iglesia la defensa de la vida y la dignidad de los perseguidos políticos, como a quienes hoy se oponen al aborto, a ser consecuentes promoviendo la vida y la dignidad humana siempre y en toda circunstancia", declaró.
"'Despenalizar' el aborto ante situaciones de violación es renunciar a la tutela de los más débiles e indefensos", indicó el texto. (Foto: UNO)
En el punto número 10 del mensaje de conclusiones, los obispos católicos señalan que "La verdad no coincide con la pretendida y proclamada 'despenalización': el proyecto deja claro que su real intención consiste más bien en legalizar el aborto, consagrándolo como un derecho cuyo ejercicio debe estar regulado y garantizado -y por ello regula la llamada objeción de conciencia-, tanto en el sector público como privado de los agentes de salud".
En el documento añadieron que "en numerosos países, estos proyectos conducen a la total consagración del 'derecho' al aborto, siempre partiendo por despenalizar algunas causales específicas, contribuyendo así a crear, poco a poco, una mentalidad favorable al aborto y contraria a la vida de la persona engendrada, como si el niño fuera una cosa o un enemigo, un agresor y no un ser humano, fin en sí mismo y maravilloso don de Dios".
Además, sostuvieron que "creemos que 'despenalizar' el aborto ante situaciones de violación es renunciar a la tutela de los más débiles e indefensos".
La Asamblea Plenaria número 109 se realizó esta semana y terminó en Punta de Tralca, con una misa en que se homenajeó a monseñor Bernardino Piñera en sus casi 100 años.